domingo, 28 de septiembre de 2008

“REACCIONES PSICOLÓGICAS DE LOS PACIENTES GINECO-OBSTÉTRICOS, INHIBICIONES Y TABÚES FRENTE A LA MENSTRUACIÓN, MENARQUÍA, MENOPAUSIA, ABORTO”

I. PSICOLOGÌA DE LA MENSTRUACIÓN
ALGUNAS APORTACIONES A LA PSICOLOGÍA DE LA MENSTRUACIÓN
MENARQUIA
MENARQUIA PRECOZ Y MENARQUIA TARDÍA
SIGNIFICADOS PSICOLÓGICOS DE LA MENARQUIA
LA NIÑA QUE SE VA HACIENDO MUJER
TABUES SOBRE A MENSTRUACIÓN
NATURALEZA SANGRE
OTRAS VERDADES
PILDORA ANTIMENSTRUACIÓN
TRASTORNOS DE LA MENSTRUACION

II. EMBARAZO Y PARTO
1. EL EMBARAZO
2. APEGO PRENATAL
3. MALOS TRATOS AL FETO
4. TRANSTORNOS PSICOLOGICOS EN EL EMBARAZO
III. EMBARAZO EN ADOLESCENTES
1. ESTADÍSTICAS DEL EMBARAZO EN ADOLESCENTES EN EL PERÚ
2. ETAPAS EMOCIONALES DURANTE EL EMBARAZO ADOLESCENTE
3. ASPECTOS FÍSICOS
4. ASPECTOS SOCIALES
5. ASPECTOS PSICOLÓGICOS
IV. PARTO
1. PSICOPATOLOGIA DEL PARTO

V. PUERPERIO
1. . CONCEPTO
2. EPIDEMIOLOGIA
3. ETIOLOGIA
4. DIAGNOSTICO
5. CLINICA
6. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
VI. MENOPAUSIA
1. CONCEPTOS GENERALES
2. SÍNTOMAS
3. DUELOS EN LA MENOPAUSIA
VII. ESTERILIDAD E INFERTILIDAD
1.RELACIÓN CON EL EQUIPO MÉDICO TRATANTE
2. CARACTERÍSTICAS DEL DUELO DE LA INFERTILIDAD
3. FASES DEL DUELO EN LA INFERTILIDAD
4. ALTERACIONES EN LA SEXUALIDAD
5. ABORDAJE TERAPÉUTICO
VIII. ABORTO
1. ABORTO:DEFINICIÓN
2. EL ABORTO EN LAS ADOLESCENTES
IX. ANTICONCEPCIÓN
X. BIBLIOGRAFÍA















INTRODUCCION
El presente trabajo constituye un intento de comprender las fuerzas que actúan en y sobre la mujer como tal como ha sido y sigue siendo para la mayoría de las mujeres, en sus distintas etapas menarquia, menstruación, parto, puerperio y menopausia, además de otros aspectos.
De este modo a través de una comprensión sólida del contexto en el que se desenvuelven, que nos conduzca al entendimiento de los puntos clave en cuanto al cambio y al avance del género femenino, tal vez pueda encontrarse la forma de ayudar a todas y cada una de las mujeres en sus problemas psicológicos. También el objetivo principal de este trabajo es conocer y comprender un poco más a la mujer , de sus temores de sus dudas y miedos relacionados a estas distintas etapas además de los distintos tabúes que existen acerca de la mujer desde tiempos inmemorables producto de la gran ignorancia, del machismo y de haber relegado a la mujer durante muchos tiempo a solo su papel reproductivo, olvidando que a mujer es un eje principal en el desarrollo de nuestra sociedad y de los pueblos, vista como un conjunto de virtudes y capacidades resaltantes en ella , la mujer involucra todo un conjunto de aspectos complejos, los cuales son importantes que lleguemos a conocer y entender resaltando sus grandes capacidades.
LA MUJER INVOLUCRA TODA SU PERSONA EN LO QUE REALIZA
Una de las características de la mujer que notamos, por tanto, es la capacidad de involucrar todas las esferas de su persona, todas las facultades, todo su ser, en lo que realiza. Su tendencia se dirige a unir, aglutinar, concentrar. Mientras que el hombre tiende a dividir, separar, aislar. Poniendo un ejemplo de la vida cotidiana: Si se trata de ordenar un cuarto, y la mujer se encuentra en un momento bueno: entra con mucho ánimo, le parece que aquello no está tan desordenado, ve que podrá acabar rápidamente, va acomodando las cosas mientras recuerda algún acontecimiento positivo de días anteriores, encuentra una foto y se detiene a mirarla evocando aquel día feliz, descubre algún pequeño objeto y piensa en seguida que lo podrá regalar a una persona conocida. Si se encuentra en un momento malo, se impacienta, protesta, se queja, le parece que no va a terminar nunca, va echando la culpa a su marido de ser tan desordenado, guarda las cosas mal, decide tirar algo a la basura por considerarlo un estorbo.
Son frecuentes las discusiones matrimoniales en las que la mujer mezcla las cosas y luego se queja de que el marido no la entiende. Él podrá decirle: “pero ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?” Sin embargo, este rasgo tiene de positivo el que, cuando la mujer se entrega a una tarea, no se entrega a la tarea en sí sino que se entrega a la persona por quien ella lo hace, aquella persona que se complacerá por la tarea bien hecha. Puede tratarse de su marido, de sus hijos, de su jefe de trabajo, de sus subordinados, de Dios. Se entrega a las tareas con su mente y su corazón. Esto permite que, en el gestar, dar a luz y criar a un hijo, ella desempeñe todas las tareas prácticas que esto implica volcando en ello toda su humanidad. De manera que el niño, a través de las acciones de su madre, está recibiendo mensajes de amor, protección, cuidado, que le dan seguridad y le constituyen como persona. Así lo perciben los hijos cuando crecen. Si mamá está en casa, aunque esté sentada trabajando o cocinando, el hijo percibe que ella está para él. Y la madre, hace su tarea dándose a su hijo casi de forma inconsciente. Así mismo, la mujer puede transmitir un mensaje muy negativo sin que lo comunique externamente. Por ejemplo, un hijo no deseado o no aceptado, aunque la madre se esfuerce por tratarlo bien, percibirá el rechazo siempre hasta que ella lo acepte de corazón.
EL PAPEL DE LA SUBJETIVIDAD
Unida a esta característica está la subjetividad femenina, que procede del mundo emotivo y afectivo de la mujer. Esto quiere decir que la mujer percibe las cosas desde ella misma.
Subjetiviza porque filtra todo a través de su «sujeto». A veces esto trae consigo el que la mujer pierda la «objetividad» por involucrar su «yo» afectivo-emotivo en la valoración de la realidad. Por eso exagera, es susceptible, personaliza las reacciones y actuaciones de los demás. Pero, por otro lado, esta subjetividad tiene la cualidad de no quedarse en la esfera material y externa de la vida sino darle más bien un significado personal y humano.
Ella ha sido destinada a introducir en la vida a sus hijos, debe «humanizarlos». Su subjetividad le hará, por ejemplo, ir al supermercado llevando al niño y, en lugar de realizar tan sólo el acto material de llenar un carrito y pagar, entablará toda una conversación con el niño que llegará a humanizar esa circunstancia: los comentarios sobre las personas con las que se encuentran, las preguntas del niño sobre lo que es bueno o malo, el «destino» que llevará todo aquello que se compra, seguramente determinadas cosas para ocasiones especiales, para dar gusto a uno u otro.
Su subjetividad le hará especialmente capaz de interpretar los actos externos de quienes le rodean, sea marido, hijos, personas con quien trabaja. Si se encuentra en una actitud de donación, será capaz de darles un significado humano. Esto le llevará a actuar ante estas personas como quien las aprecia, las ama, les da seguridad, las motiva o les advierte, reprende, critica, corrige.
Es la esfera de la maternidad la que le lleva a observar los comportamientos para configurarlos como verdaderamente humanos. Esto la mujer está llamada a trasladarlo más allá de su esfera familiar, como aquella que puede humanizar el mundo de la política y el trabajo.
LA CAPACIDAD DE CAPTAR LOS VALORES PERSONALES
La mujer tiene una capacidad especial para captar los valores personales. De ahí su especial susceptibilidad al sentirse tratada como «algo» en lugar de como «alguien». La mujer pone en primer término las personas, luego las cosas. El varón pone en primer lugar las cosas, luego las personas. Al varón, en la casa, le interesa que «las cosas funcionen», que todos coman bien, que no se seque el jardín, que no le falte aceite al coche, que las camisas estén planchadas. Y si aquella casa funciona muy bien, entonces él está satisfecho con su mujer.
La mujer tenderá a quitar importancia a las cosas cuando note que algún detalle personal está pasando desapercibido ante el varón. Por ejemplo, ella puede enfadarse porque el marido regañó a uno de los niños por tener su cuarto desordenado y ella sabe que el niño se ha sentido mal durante el día y ha hecho un esfuerzo grande por comer lo que no le gustaba.
La mujer puede «tolerar» cierta imperfección en el plano de las cosas y los resultados, si por no mostrarse intransigente, logra un clima de unión, paz, armonía en las personas. El hombre puede tender a quitar importancia a la persona exigiendo internamente que «se deje de cuentos» para que «las cosas» estén bien. Esta percepción de la persona, lleva a la mujer a ser atenta y delicada en las relaciones sociales.
Incluso en el mundo del trabajo, la mujer se desenvuelve entre personas antes que entre asuntos que resolver. Así le preocupará que el equipo de trabajo se sienta a gusto, percibirá si el lugar donde trabajan es agradable o desagradable, intuirá al vuelo conflictos relacionales entre miembros de la oficina.
LA ESTABILIDAD AFECTIVA
Con lo dicho, es necesario que la mujer encuentre la estabilidad de su mundo afectivo. El proceso de pensamiento subjetivo, la estima de sí misma, la percepción y alteraciones de su cuerpo, sus reacciones emotivas, todo debe estar orientado por la voluntad, de forma positiva y armónica, de manera que enriquezca la personalidad de la mujer. Si ella se deja llevar por las variaciones tantas veces irracionales de su sensibilidad, vivirá de manera inestable, insegura, egocéntrica, y todo esto causará división interna y desequilibrio emocional impidiendo que la mujer se abra en el «don de sí».
Ella deberá reflexionar, conocerse, tomar conciencia de su sensibilidad y reacciones mientras suceden para llamarlas por su nombre, darles el lugar que les corresponde confrontándolas con la realidad, y de esa manera, encauzarlas para que le ayuden a alcanzar el fin concreto que persigue en ese momento o, por lo menos, no sean obstáculo para la consecución de ese fin.
EL SENTIDO DE OBSERVACIÓN
Es propio de la inteligencia de la mujer el sentido de observación y detalle. Lo necesita por su naturaleza de madre. El mundo de un niño pequeño es muy delicado, la madre tiene que percibir todas sus necesidades ya que él no puede comunicárselas. La madre tiene que cuidar de él y captar no sólo las reacciones del niño sino la atmósfera material y humana que le rodea, lo que puede ser un peligro o un daño para él. Su proceso de atención la lleva, por tanto a responder de manera especial a estímulos visuales que le permiten relacionar cosas y preocuparse por el orden y la armonía de lo que la rodea. Capta el todo en su dimensión completa. Integra ambiente, personas, espacios externos, tiempos, acciones. De ahí viene que la mujer, sin perder la atención sobre lo que realice, esté en una reunión de trabajo o en una conversación con amigos, percibirá enseguida si hace falta más luz, si hay que abrir una ventana, si tal persona necesita un cenicero.
LA CAPACIDAD DE COMUNICACIÓN
La mujer tiene gran capacidad de comunicación. Es característica la necesidad que manifiesta de hablar y hablar. Esto produce no poco contraste con los varones, menos expresivos, especialmente en la vida matrimonial. Sin embargo, esta capacidad de la mujer de entablar relaciones de empatía con los demás constituye una riqueza que el varón puede aprovechar muy bien, en concreto en el campo profesional de cara a las relaciones públicas.
SU SOLICITUD POR EL OTRO
Es sobre todo la dimensión materna de la mujer la que la dota de una solicitud natural por «el otro» y una tendencia permanente a la «compasión». Una madre, al «recibir» a su hijo desde dentro de ella misma, entabla un diálogo humano con otro «yo» que necesita de ella para vivir. Sólo ella puede experimentar hasta qué grado el ser humano es desvalido y cómo ella puede darle todo lo que necesita para vivir.
Su intuición y la relación íntima que se entabla entre la madre y el hijo, la lleva a comprender no sólo a su propio hijo sino a todas las personas. Todos los «demás» han tenido y tienen las mismas necesidades que su hijo, sólo que la inserción en la vida social y la «madurez» las «disimula». Pero hasta el más «grande» de los hombres siente las carencias y necesidades físicas, afectivas, psicológicas que ella ha podido conocer muy bien.
En el caso del varón, volcado hacia la «conquista de la naturaleza» y a la carrera competitiva, la mujer percibe cómo ese vivir de las cosas no suprime sus necesidades «humanas» aunque el varón se cuide mucho de manifestarlas por su natural autosuficiencia. Así que la mujer es la que sabe la manera de llegar a convertirse en «madre» del varón sin que él lo perciba demasiado, aunque reciba su influjo y experimente la satisfacción de sus necesidades. Es sobre todo la mujer la que es capaz de «compadecerse» y sentir como sufridos por ella misma los «dolores» de los demás. Llámense «stress», inquietud, soledad, enfermedad, ruptura, fracaso. Ella tiene en sí el lenguaje de cercanía, ternura, sensibilidad, comprensión para aliviar estos dolores. Por eso la feminidad es una gran aportación al mundo social, político y laboral, y, en ese sentido, el Papa Juan Pablo II expresa cómo Dios encomienda el hombre a la mujer.
LA CLAVE DE LA AUTOESTIMA
Sin embargo, no hay que olvidar que el sentido de autoestima, en el campo de la afectividad femenina y de su psicología, reside en la experiencia de sentirse y saberse amada y experimentar su capacidad de amar. El varón tiene el centro de su autoestima en la consecución de éxitos profesionales. Por eso él tiende a «salir» para encontrarse a sí mismo, para realizarse. Sus éxitos y sus logros serán la manera de expresar el amor diciendo a los suyos: “he hecho esto para vosotros. He conseguido esto para vuestro bien.” Pero en el caso de la mujer, ella necesita entrar dentro de sí, descubrir en su interior el amor que otro ha puesto sobre ella, saberse amada, eso se convierte en ella en una fuente de seguridad que la proyecta hacia afuera buscando devolver amor. Lo realiza de la manera más plena en su maternidad, ya que el hijo es el fruto del amor recibido en ella y la manera de devolverlo.
Ella adquiere seguridad descubriendo el bien y el amor que puede ofrecer a los suyos y, desde ahí, a las demás personas. Si al entrar dentro de sí, se descubre sola, despreciada, utilizada, humillada, olvidada, eso produce una profunda inseguridad e insatisfacción que le llevará a encerrarse dentro de sí en una existencia frustrada y egocéntrica o a salir en busca de la evasión, sea negando su problema, refugiándose en los placeres materiales o huyendo al mundo profesional en busca de «otra» identidad. Por el contrario, si su dimensión afectiva es estable y plena, entonces ella descubrirá en la esfera profesional, otro campo donde ella puede irradiar su riqueza de mujer y su donación personal.
Así, para que la mujer acceda y penetre el mundo profesional, no sólo no es necesario que abandone sus roles familiares sino que es absolutamente necesario que ella los viva y los integre como la mayor riqueza de su feminidad, desde la cual encontrará toda la seguridad, creatividad, fortaleza y proyección para ejercer una labor transformadora de la sociedad.

REACCIONES PSICOLÓGICAS DE LOS PACIENTES GINECOOBSTÉTRICOS
I. PSICOLOGÌA DE LA MENSTRUACIÓN
La menstruación se presenta como el acontecimiento más importante de la pubertad y de la adolescencia .Esta etapa comprende 3 periodos:
La pubertad temprana (12 -14 años), la mediana (14-17 años) y adolescencia tardía (17-adelante). Con elementos definidos que no deben superponerse. La primera se manifiesta por la crisis puberal y el duelo por dejar la niñez. La menstruación significa el gran cambio: La personalidad de la joven puede dar la bienvenida a la menstruación como un paso hacia el camino hacia el estado adulto. Experiencias dolorosas que yacen en la profundidad influyen, perturban y hasta paralizan, muchas veces esta posición progresiva. Durante las primeras menstruaciones, las fuerzas sexuales hacen irrupción en un grado mayor o menor en la escena psíquica y encuentran poderosos aliados en los elementos conscientes .Ocurren en estos casos como en las restantes funciones de la libertad, un conflicto entre fuerzas progresivas y regresivas. En este conflicto la significación biológica de la menstruación es la faceta progresiva.
Es fundamental la educación que la mujer ha recibido en su etapa prepuberal como etapa en que las menstruaciones son para muchachas uno de los temas importantes para “el secreto”.Aquí influyen poderosamente el medio ambiente, sobre todo la relación de la púber con su madre, y la actitud de esta frente al sexo.
Durante la primera infancia la menstruación de la madre es vivida por la niña como algo negativo, sucio, mal oliente, disgustarte. Todas estas emociones vuelven a movilizarse cuando la madre aborda con ella el tema de la menstruación y crean en la hija un sentimiento de rechazo hacia la madre .Si la joven tiene una predisposición neurótica, que todavía no se ha manifestado totalmente, y si todo el ciclo de si pubertad tuvo lugar bajo el signo de conflictos internos no resueltos, su primera menstruación puede provocar explosión de esa neurosis o de actividades morbosas[1]
1. ALGUNAS APORTACIONES A LA PSICOLOGÍA DE LA MENSTRUACIÓN:
Resumen de: Angel Garma
Considerando que muchas mujeres sienten que la menstruación es una amenaza de castración, el autor destaca el hecho de que a veces las niñas, que habían mostrado una muy «masculino» comportamiento, reaccionar a la primera menstruación con gran placer y la experiencia como un alivio.
El psicoanálisis de cuatro casos de este tipo puesto de manifiesto que los pacientes habían comportado de una manera masculina no fuera de cualquier profunda envidia del pene, sino porque tenían en duda su cualificación femenina, especialmente su capacidad para tener hijos, y, por tanto, consideró que la menstruación era una garantía.
Todos ellos fueron afectados por un inconsciente temor a las represalias de las tendencias hostiles contra sus madres, que se cree que han dañado internamente.
En el debate sobre el desarrollo de estos pacientes, Langer llega a la conclusión de que hay mujeres en dos tipos de miedo a la castración, el tipo habitual, que es análoga a la del chico temor a la castración, y otro, el temor de haber perdido genital femenina habilidades. Por otra parte, el autor se refiere a otros dos posibles significados inconscientes de la menstruación. Se puede utilizar para negar y rechazar las tendencias homosexuales, y que podrán satisfacer sádicas actitudes hacia la madre: 'madre' = 'hemorragia útero. [2]
2. MENARQUIA
La adolescencia puede ser definida, entre las más diversas concepciones y a través de un criterio cronológico-evolutivo, como la etapa intermedia que proyecta al individuo desde la niñez hacia la edad adulta.
Sin embargo esta concepción nos plantearía la idea de que en el proceso de crecimiento, tanto la niñez, como la adolescencia y la adultez, se tipifican como etapas netamente diferenciadas y caracterizadas también por procesos marcadamente diferenciados entre sí.
Pero la realidad nos permite entender que el proceso total del crecimiento humano, debe ser entendido como un Continuo Evolutivo, donde las divisiones en etapas no marcan diferenciaciones netas y tajantes, sino que ellas representan un progresivo devenir existencial, de aconteceres que son siempre y a la vez biológicos, psicológicos y socio-culturales.
Es así cómo dentro del proceso de organización de la personalidad, habrá de ser de utilidad destacar y definir aquellos conceptos que por su trascendencia, merecen ser considerados como fundamentales en dicha organización, y por lo tanto señalamos como tales a los Procesos de Maduración y los Procesos de Desarrollo.
Therese Benedek, afirma que “La Madurez se vincula a los procesos de crecimiento que van sucediendo con relativa independencia de los Factores Medio-ambientales, es decir que en ellos existe una escasa influencia de los determinismos ecológicos, en cualquiera de sus niveles de manifestación, y dependen fundamentalmente de los Factores Bio-Genéticos. A la vez, el Desarrollo, está ligado a los procesos que se vinculan y dependen de los Factores medio-ambientales, o por mejor decir de la Ecología Socio-Cultural. Es de esta manera como en la interacción de los procesos de maduración y de desarrollo, se van alcanzando las más altas y jerarquizadas estructuraciones y funcionalidades de la personalidad humana.
De esta manera podemos entender que la Pubertad, constituye una de las manifestaciones de los procesos de maduración, que se irá cumpliendo a través de un determinismo y programación biológica, cumpliendo las pautas de definidas codificaciones bio-genéticas. En tanto la adolescencia deberá ser considerada como un proceso de desarrollo, que si bien se va estructurando sobre la base de procesos biológicos, recibe una definida influencia de los factores determinantes socio-culturales, representando así una Totalidad Bio-Psico-Social, de múltiples y complejas expresiones e interacciones en cada uno de los niveles señalados. Es así como pueden discriminarse dentro de la adolescencia tres niveles específicos, con características diferenciales, pero en una permanente interacción sistemática de mutuas influencias”[3], y que son:
1. Adolescencia Biológica.
2. Adolescencia Psicológica.
3. Adolescencia Socio-Cultural.
Esta discriminación se refiere a una predominancia de procesos, pero no debe entenderse como una diferenciación neta entre cada uno de dichos niveles, dado que el proceso, como quedó señalado, evoluciona en una totalidad estructural y funcional.
Sin embargo en la mujer existe un proceso de tal resonancia en todos y cada uno de los niveles señalados, que permite y determina un enfoque diferenciado del mismo.
a. Aspectos biológicos:
Uno de los acontecimientos más significativos en la vida de la mujer es la aparición de la primera menstruación o Menarquia. Este proceso, si bien tipifica fenomenológicamente el inicio de la adolescencia, ésta ya ha ido dando señales de anticipación desde un tiempo anterior.
Los ciclos que comienzan a partir de la Menarquia, tienen como característica fundamental su irregularidad, y es menester el paso de un cierto tiempo, antes de que se alcance la típica Ritmicidad propia de la normalidad.
Este período pos-menárquico de irregularidades, se debe a que los ciclos son habitualmente anovulatorios, por lo que presentan una sola fase en su desarrollo (Ciclo monofásico de tipo Estrogénico), debido a la irregular función hipófiso-gonadal, o a la insuficiente capacidad de respuesta Ovárica a las gonadotrofinas . Lógicamente este período es anovulatorio y de infertilidad.
La edad de aparición de los primeros ciclos menstruales, está determinada genéticamente, y se ubica entre los 12 y los 14 años. En un reciente estudio realizado sobre 800 pacientes, se ha determinado que el promedio estadístico es de 12 años y 6 meses. En términos generales se considera como normal la Menarquia que hace su aparición entre los 9 y 16 años.
La variabilidad en la edad de aparición de la Menarquia se ha atribuido a factores diversos, tales como:
Factores Nutricionales.
Factores Socio-Económicos.
Lugar de residencia (ciudadana o rural).
Afecciones orgánicas asociadas: tuberculosis - diabetes y otras enfermedades metabólicas - enfermedades crónicas - enfermedades nutricionales carenciales.
Conmociones y Situaciones sociales graves, como la guerra.
Factores climatológicos.
Sin embargo , aún frente a esta polideterminación , se considera que la época de aparición de la Menarquia es una “ Constante Genética “, que se mantiene dentro de cierta estabilidad en madres y hermanas, y que se hace más evidenciable entre gemelas monocigóticas, en las que por lo general la Menarquia aparece simultáneamente en ambas hermanas .
Un dato relevante a considerar, es que el estudio de grandes núcleos poblacionales, a través de largos períodos de tiempo, ha determinado que la fecha de aparición de la primera menstruación se ha ido adelantando en el trascurso de las últimas generaciones. Entre otros factores se debería, este fenómeno a las mejores condiciones socioeconómicas, y en modo especial al mayor cuidado de la salud. Este hecho ha sido corroborado al estudiar, grupos sociales establecidos en niveles de pobreza acentuados, en donde no se observan estos cambios.
Concomitantemente con la aparición de la Menarquia, se producen cambios biológicos característicos, tales como:

a) Aparición del vello pubiano.
b) Modificaciones en la configuración de la cara, que se hace más redondeada, por relleno panículo-adiposo.
c) Cambios en la tonalidad de la voz, que va perdiendo sus características infantiles, tornándose más armoniosa y modulada, aunque sin llegar a los cambios tan definidos, que se producen en el varón. La voz de la mujer se establece así en una octava más alta que la del varón.
Van apareciendo concomitantemente con la Menarquia, una serie de exteriorizaciones que se presentan guardando una sucesión cronológica, tales como:
Comienzo del tercer impulso de crecimiento.
Aumento creciente de las glándulas mamarias (Telarca)
Aparición del vello púbico (Pubarca)
Primera pérdida sanguínea de tipo menstrual (Menarquia)
Aparición del vello axilar.
Labilidad vasomotora, con accesos de taquicardia, rubor, palidez, transpiración (en modo especial en las manos)
Como vemos a nivel físico, se van produciendo profundos e inéditos cambios, que van produciendo diversas reacciones psico-emocionales, que a veces alcanzan altos grados conmocionantes, en una personalidad en estructuración, que aún no se ha configurado en totalidad, y que manifiesta sus labilidades con manifestaciones de variada intensidad.
b. Aspectos endocrinológicos :
Alrededor de los 7 años de edad, los niveles estrogénicos (de origen ovárico), ya se comienzan a manifestar, aunque en forma leve, y normalmente ya existen demostrables niveles estrogénicos, los que continúan incrementándose progresivamente, hasta alcanzar a los 12 años, niveles adecuados que permitan la iniciación de los ciclos sexuales rítmicos.
La maduración de los centros sexuales hipotalámicos, es de fundamental importancia en la producción de las gonadotrofinas hipofisiarias, y es así cómo normalmente la excreción de gonadotrofinas ya puede demostrarse 3 ó 4 años antes de la aparición de la Menarquia, pero nunca más allá de los 5 años.
Es de esta manera cómo por acción de las hormonas ováricas (estrógeno y progesterona), se van produciendo en el estroma y en los vasos del endometrio (endometrio funcional) los cambios cíclicos, que en su momento determinarán modificaciones del estrato funcional de la mucosa endometrial y la consecuente aparición de la primera menstruación, y de los ciclos subsiguientes, en los que pueden describirse tres fases:

a) Fase proliferativa o estrogénica (del 5 Al 13 día del ciclo)
b) Fase secretoria o progestacional (del 14 al 28 día del ciclo)
c) Fase menstrual o de disgregación (del 1 al 4 día del ciclo)[4]
3. MENARQUIA PRECOZ Y MENARQUIA TARDÍA
Cuando la primera menstruación hace su aparición antes de los 8 años, hablamos de Menarquia Precoz. Sus causas se relacionan con la puesta en marcha temprana del sistema Hipófiso-Gonadal o por la estimulación anormal gonadotrófica o estrogénica del sistem0a gonadal.
En la Menarquia precoz, nos encontramos con una discordancia entre el desarrollo somático-genital (que se presenta en forma precoz, y adelantándose al ciclo vital normal ) y el desarrollo psíquico, que aún sigue manteniendo las características emocionales y afectivas propias de la infancia.
La Menarquia precoz se ha definido como idiopática o patológica. Es idiopática cuando se desconoce su origen, en tanto que en las formas patológicas se reconocen diversas causas tales como:
a) Causas cerebrales: Éstas se encontrarían condicionadas a la presencia de lesiones de tipo tumoral (en modo especial los tumores pineales) , o por meningoencefalitis e hidrocefalias , que ejerciendo sus influencias sobre los centros sexuales hipotalámicos, determinan una estimulación de los mismos , con la emergencia de una funcionalidad correspondiente al de una mujer adulta. Habitualmente en estos casos, se encuentran antecedentes de enfermedades neurológicas, lo que obliga a una búsqueda diagnóstica orientada en dicho sentido.
b) Causas ováricas: Representan las causas más frecuentes, y por lo común se originan en la presencia de un tumor funcionante con una alta producción de estrógenos, como suelen serlo los tumores de la granulosa. En otras ocasiones pueden deberse a otros tipos de tumores, tales como los cariocarcinomas o los teratomas, y en todos los casos los ciclos son habitualmente anovulatorios por corresponder a ciclos monofásicos.
c) Causas suprarrenales: Ocasionalmente la Menarquia Precoz, estaría determinada por la presencia de una Hiperplasia Posnatal de la glándula suprarrenal, o bien por un adenoma o un carcinoma de la misma. En todos estos casos, si bien la Menarquia, y los caracteres sexuales secundarios aparecen precozmente, rápidamente también habrán de aparecer características heterosexuales, tales como hipertricosis generalizada, voz de tono grave, hipertrofia clitoridiana, y finalmente cesación de los ciclos menstruales, recientemente iniciados. La dosificación de 17-cetosteroides urinarios, muestra una concentración muy alta, en tanto las gonadotrofinas aparecen en niveles anormalmente bajos.
d) Causas tiroides: El hipotiroidismo juvenil, puede provocar, aunque no es frecuente, la Menarquia Precoz, debido a un exceso de TRF ( factor liberador de tirotropina ), que a la vez producen una elevación de la prolactinemia y de L.H. y F.S.H. Estos casos responden adecuadamente al tratamiento mediante tiroxina.
e) Causas iatrogénicas: Estas causas se relacionan con tratamientos estrogénicos agresivos, no sólo por su extemporalidad, sino por las altas dosificaciones que se utilizan, y que dan origen a pérdidas sanguíneas y tumefacciones mamarias, por el grado de impregnación estrogénica que se produce.
Cuando la Menarquia aparece a partir de los 16 años, se denomina Menarquia Tardía, y a partir de los 18 años, hablamos ya de amenorrea primaria.
Puede suceder que la Menarquia Tardía se acompañe de un desarrollo somático y genital armónico, siendo en tales casos su causa de origen constitucional. En estos casos la actitud debe ser de espera, con el agregado de normas higiénico-dietéticas básicas, y sólo a partir de los 18 años(es decir en la amenorrea primaria), corresponderá instituir un tratamiento hormonal sustitutivo.
Cuando la Menarquia Tardía se acompaña de un retardo en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, las causas más frecuentes, son las siguientes:
a) Alteraciones a nivel del Sistema Endocrino, y en modo especial en hipófisis, ovario, tiroides o suprarrenales.
b) Alteraciones de orden general: Enfermedades crónicas, desnutrición avanzada, toxemias ya sean endógenas o exógenas.
c) Alteraciones psicológicas: anorexia nerviosa - conflictos familiares -trastornos de la orientación e identidad sexual.
d) En el Síndrome de Turner (45X0), se presenta un sólo cromosoma X. En estos casos la ausencia de menstruación se debe a la incapacidad de producir estrógenos por insuficiente o nulo desarrollo de las gónadas primarias En estos casos la aparición de la primera menstruación puede provocarse por la administración de hormonas estrogénicas en forma cíclica.
4. SIGNIFICADOS PSICOLÓGICOS DE LA MENARQUÍA
La aparición de la primera menstruación representa un indicativo biológico que exterioriza la actividad gametogénica, la que es inducida por la creciente estimulación hormonal , que va determinando no sólo manifiestos cambios biológicos y corporales que instalan a la niña en una de las etapas más trascendentes en la vida de la mujer, en virtud de una profunda capacidad modificadora de los mismos, sino porque a la vez estos ocurren durante un corto tiempo del ciclo de evolución vital , constituyéndose así en una Etapa Crítica de su vida , que abarca la totalidad de los Niveles Bio-Psico-Sociales . La Menarquia desencadena de esta manera en la niña, una intensa perturbación de sus habituales estilos de vida e incidiendo de manera categórica en la estructuración de la personalidad femenina.
Se ha determinado que con gran frecuencia , a partir de la menarquia, se intensifican y estructuran las alteraciones neuróticas y las organizaciones caracterológicas, que ya se venían insinuando desde la niñez , lo que habitualmente no aparecen en forma disruptiva, sino con una gradualidad de baja intensidad, que con frecuencia no permite establecer una clara relación entre uno y otro hecho .
Esta influencia en la organización de la personalidad femenina, que alcanza la menarquia, se encuentra determinada por:
a) La menarquia como proceso biológico trae aparejados, como se señaló, profundos cambios en la corporalidad, que actuarán como factores de apoyo y reforzamiento de las ya insinuadas y claras tendencias femeninas, que se venían manifestando hasta dicho momento, como proceso de estructuración de su ser femenino, en el que van ocurriendo una acentuación de las fantasías y gratificaciones ligadas a los más jerarquizados sucesos de la femineidad, tales como el embarazo y la maternidad. Es así como a partir de la menarquia, la menstruación y todas las implicaciones biológicas, psicológicas y socio-culturales, se ubican como centro organizador de la vida femenina, en cada uno de dichos niveles.
b) Ocasionalmente sucede que al instalarse la menarquia en forma conflictiva, se produzca un incremento de los sentimientos de desvalorización de lo femenino (por lo general ya pre-existentes), enfrentados a una consecuente supervalorización socio-cultural de lo masculino. La menarquia en estas condiciones, puede llegar a vivenciarse a través de sentimientos de inferioridad fisiológica con fantasías de lesiones genitales, y consecuentemente un incremento de las fantasías castratorias, frente al privilegiado varón (la anatomía es el determinante del destino de la mujer).
Pero lo concreto es que la menarquia coloca a la niña en la condición de mujer (ya sea en forma armónica o en modo conflictual), dando fin con ello a un sinnúmero de fantasías de bisexualidad, o indefinición de su sexualidad, que con frecuencia podían aparecer hasta entonces.
Un hecho esencial que deseamos destacar , es que en casi todos los casos considerados , las actitudes frente a la menstruación y sus propias características, están con frecuencia fuertemente influenciados por los modelos significativos femeninos (madre, hermanas, abuelas, tías) de su vida familiar .Es de esta manera que cuando un modelo significativo, se queja de su condición femenina y siente que sus menstruaciones son “ un castigo “ o “ una maldición “, y lo verbalizan frecuentemente ante la niña, puede llegar a constituirse por vía de la identificación , en un factor de inducción imitativa hacia una actitud similar. Es así como suele ser frecuente en ciertos grupos familiares, que se establezca “un estilo de menstruar“, común a todas las mujeres del grupo, caracterizado por sentimientos de rechazo, ansiedades, dolores, decaimiento, invalidez, etc., que estarían expresando un sentimiento común de conflictos frente a su condición de ser mujeres.
Una circunstancia característica que ocurre con frecuencia durante este período, es la discordancia entre la madurez biológica y la emocional, que se manifiesta en múltiples actitudes y sentimientos contrastantes entre sí. Helen Deutsch, define así a esta etapa como “la última batalla previa a la madurez “ [5]
Es así como el paso que va de la infancia a la edad adulta, se ve invadido de alteraciones y conmociones biológicas, psico-emocionales y sociales que con frecuencia alcanzan características de intensidad antes nunca experimentadas.
Anna Freud ha señalado cómo los cambios puberales y de la adolescencia, constituyen factores de significativos en el desarrollo y estructura del carácter del individuo.
Lo que sucede es que luego de un período en el que se había alcanzado una adecuada y armónica interrelación entre las exigencias instintivas, con las capacidades yoicas y los principios morales del entorno socio-cultural (es decir entre el Ello, el Yo y el Superyo), durante el período de latencia, se desencadena una disrupción desequilibrante, que ocurre a partir de los ya reiteradamente señalados cambios biofisiológicos que han de abarcar la totalidad existencial de la niña.
Sucede así, que reaparecen las arcaicas exigencias instintivas de su pasada infancia, las que entran en colisión fuertemente conflictiva, no sólo con el más o menos estable Yo, sino con un altamente estructurado SuperYo (es decir las normas morales internalizadas), que derivan frecuentemente hacia cuadros de desestabilización emocional de la adolescente menárquica.
Bajo estas condiciones el Yo queda atrapado entre las tensiones instintivas del Ello, y las fuertes represiones del súper yo, y desde este conflicto de fuerzas oponentes, surge la angustia como un emergente ineludible.
De esta manera el desarrollo, la intensidad y el destino de dicho conflicto y de sus manifestaciones conductuales, quedarán supeditados a determinados factores, tales como:
a) Grado de intensidad de las exigencias instintivas de contenido sexual, reforzadas y dinamizadas por los procesos biofisiológicos y hormonales propios de esta etapa.
b) Capacidad del Yo para poder absorber en forma tolerante o intolerante, dichas exigencias, sin sucumbir a las mismas, lo que en gran medida habrán de depender de la estructura caracterológica alcanzada hasta ese momento.
c) Consecuente con lo anterior, el grado de eficiencia compensadora que puedan aportar las estrategias yoicas resolutivas, para poder enfrentar dichos conflictos. Así a mayor capacidad y desarrollo de estrategias yoicas neutralizadoras y/o resolutivas, habrá mayor capacidad de control ordenativo en su vida cotidiana.
d) Condiciones de rigidez o de flexibilidad medio-ambiental, traducidas no sólo en las actitudes socio-familiares actuales, sino de todas las que históricamente fueron conformando el Superyo. Es así como a mayor rigidez superyoica, habrán más posibilidades de desencadenamiento de episodios de angustia y de conflictos intra e interpersonales.[6]
5. LA NIÑA QUE SE VA HACIENDO MUJER
A través de los procesos señalados, la adolescente, incorporada por vía de la menarquia, en una nueva etapa de su vida, va adquiriendo un caudal de ideas, sentimientos y actitudes (es decir del Pensar, del Sentir y del Actuar), propios y característicos de su individualidad como mujer, con la que se incorpora al mundo de los adultos.
Es de esta manera como la mujer, a través de las experiencias de sus primeros 12 años de vida, va estructurando una sistematización de pautas, de normas de conducta, de estilos relacionales y de rasgos y reactividades emocionales, que dentro de una cierta gama de variabilidad y de elasticidad expresiva, van a poseer la fundamental característica de permanencia y continuidad como estilo esencial de su personalidad.
Es así cómo desde el crisol de sus experiencias primarias, va surgiendo la personalidad femenina, que será más o menos sensible a las situaciones vitales, a los conflictos y a la suma de experiencias existenciales, tanto en la salud como en la enfermedad, y en función de sus raíces determinantes.
Helen Deutsch, afirma que la estructura de la femineidad se establece a partir de la menarquia, a través de la emergencia de un trípode organizador constituido por tres procesos fundamentales, a saber:
1. Pasividad.
2. Masoquismo.
3. Narcisismo Secundario.
1.- Pasividad: Según lo que esta investigadora señala en su obra “La Psicología femenina“, las condiciones anatomo-fisiológicas y los factores condicionantes socio-culturales, van induciendo en la niña actitudes reactivas de pasividad, frente a los aconteceres de la vida, lo que se incrementa a partir de la menarquia.
2.- Masoquismo: Estas condiciones interfieren, o aún impiden sus posibilidades de externar sus tendencias agresivas, que progresivamente se van limitando, con la alternativa, muchas veces de volverse sobre ella misma, a través del desarrollo de mecanismos masoquistas, como por ejemplo puede suceder en la glotonería impulsiva de ciertas niñas, o en el descuido o abandono de su propio cuerpo, como expresiones de auto-hostilidad.
3.- Narcisismo Secundario: Bajo tales condiciones de Pasividad y Masoquismo (agresividad bloqueada y vuelta sobre sí misma), aparece el Narcisismo Secundario, como una forma reactiva de la intensificación del amor hacia sí mismo, y que se expresa preferentemente en actitudes hacia su cuerpo, tales como cuidado del aspecto físico, arreglo facial, cuidado de su cabello, elección de la ropa , etc., que actuarían como mecanismos equilibrantes frente a las ansiedades emergentes en los dos procesos anteriores .
En el interjuego de estos tres procesos, van estructurándose los rasgos fundamentales de la femineidad, con las variables que la predominancia de unos u otros, se vayan determinando .Es así como encontramos en la niña pos-menárquica, ya insinuados los rasgos caracterológicos con predominio de actitudes pasivas, masoquísticas o de tipo narcisístico.
Lo cierto es que a partir de la menarquia, la vida de la mujer queda ligada ineludiblemente a las vicisitudes de sus funciones reproductivas.
La ritmicidad ya instalada de los procesos gonadales, van a ir estableciendo una definida influencia sobre aspectos generales de la conducta de la mujer, en relación a sus ciclos menstruales, y en modo especial a numerosos aspectos emocionales, de tal modo que como así existen los ciclos hormonales, existirán los ciclos emocionales, ambos en una profunda interdependencia, constituida a partir de la menarquia.
T. Benedek y B. Rubinstein, han establecido una descripción de esta interdependencia en un trabajo ya clásico y universalmente aceptado, en el que se han correlacionado los ciclos ováricos y los ciclos emocionales de la mujer.
Estos autores utilizan la expresión Ciclo Sexual, para referirse unitariamente a los aspectos hormonales y emocionales del proceso, y es así como establecen que, el ciclo sexual se inicia con la maduración del folículo ovárico. A partir de dicho momento, los niveles estrogénicos progresivamente crecientes, tienen una marcada influencia sobre las actitudes y actividades heterosexuales, lo que se manifiesta durante este período, en una mayor actividad concreta y fantasiada relacionadas con el otro sexo, acompañadas de un incremento de la actividad general. Al momento de la ovulación, la producción estrogénica, alcanza su más alto nivel, y consecuentemente las expresiones heterosexuales se hacen más intensas, y toda la economía emocional de la mujer, se ve orientada hacia una disposición biológica y psicológica para la concepción, lo que en la conducta se expresa en una actitud receptiva hacia su compañero.
Luego de la ovulación, y a medida que se va incrementando la producción progestacional, las disposiciones y actitudes emocionales, se van modificando, con la aparición de definidas conductas pasivo-receptivas .Tales conductas se expresan, con frecuencia, en anhelos y fantasías de amor y cuidado de un hijo, pero que también generan situaciones conflictivas y de temores frente a un probable embarazo (Lo Deseado y Lo Temido).
Con el transcurso del ciclo, y al no ocurrir la concepción, la declinación hormonal se acompaña de reacciones emocionales que expresarían un estado de inestabilidad e irritabilidad, que pueden expresarse en conductas agresivas o de hostilidad en sus relaciones interpersonales, en modo especial cuando coinciden con bajos niveles de tolerancia caracterológicos, a las situaciones frustrantes, lo que es característico de la fase pre-menstrual (Tensión Pre- menstrual) .
Los trabajos de Helen Deutsch y de T. Benedek, muestran una clara aproximación conceptual, en virtud de que las ideas de pasividad e introversión descriptos por Deutsch, son concordantes con el período en los que ocurren los niveles predominantemente progestacionales, y este predominio de la única hormona exclusivamente femenina, corresponde a las manifestaciones emocionales de las tendencias pasivo-receptivas-narcisísticas, como correlato de las profundas tendencias hacia la maternidad.[7]



6. TABUES SOBRE A MENSTRUACIÓN
La menstruación desde tiempos remotos se ha relacionado con el ciclo de la luna; la "luna llena" se supone que corresponde al momento de la ovulación, la "luna nueva" al de la menstruación, así como la "luna creciente" a la preparación para la fecundidad y la "luna menguante" a la preparación para la menstruación.
Todo esto es debido a que un ciclo normal en la mujer dura 28 días al igual que el ciclo de la luna.
La palabra menstruación viene de la palabra indoeuropea "mense" o “mensis”, que significa al mismo tiempo mes y luna.
El paso de niña a mujer está marcado por un flujo de sangre que emana del útero. Sin ceremonias elaboradas, a veces en silencio, las chicas aprenden que cuando empiezan a menstruar su mundo ha cambiado para siempre. Durante más o menos los próximos 30 años tendrán que emplear mucha energía en tener hijos o en intentar no tenerlos, con cada menstruación recordándoles que, en cualquier caso, la biología de la reproducción tiene un impacto crucial en sus vidas.
Los antropólogos han subestimado la importancia universal de la menstruación, documentando cómo el hecho está entrelazado con la ideología así como con las actividades diarias de las culturas del mundo. Las costumbres relacionadas con la menstruación toman formas generalmente negativas: los llamados “tabúes menstruales”. Estos tabúes pueden prohibir a una mujer que tenga relaciones sexuales con su marido o que cocine para él. Pueden impedirle visitar lugares sagrados o tomar parte en liturgias religiosas. Algunos prohíben a la mujer que toque ciertos artículos usados por los hombres, como armas o instrumentos de caza, o que coma ciertos alimentos o que se lave en determinados momentos. Además, pueden requerir que la mujer se pinte de rojo la cara o que lleve un cordón rojo en la cintura, o que se aísle en una cabaña especial mientras dure la menstruación. En pocas palabras, los diversos tabúes sirven para separar a las mujeres del resto de la sociedad mientras dura la menstruación, marcándolas como impuras y como fuente de contaminación.
Durante décadas, los antropólogos han estudiado los tabúes menstruales concentrándose en el simbolismo negativo de los rituales como un fenómeno cultural. Quizás, como sugería un investigador desde una perspectiva freudiana, esos tabúes reflejan la ansiedad que sufren los hombres ante la castración, ansiedad estimulada por la sangre genital femenina. Otros han sugerido que los tabúes sirven para evitar que el olor menstrual interfiera con las actividades de caza, o que sirven para proteger a los hombres de los microorganismos que puedan infectarlos durante las relaciones sexuales con una mujer que tiene la regla. Hasta hace poco, no había muchos investigadores que consideraran la posibilidad de que dichos tabúes –y el mismo hecho de la menstruación- pudieran existir por constituir una ventaja evolutiva.[8]
Si bien por una parte siempre se ha considerado el ciclo menstrual como fenómeno mágico en el que se basa la concepción de la vida, por otra, la mujer ha sido y es objeto en muchos pueblos de un temor ancestral.
§ Tribus australianas y muchas centromeridionales de América están convencidas de que la mujer en período menstrual perjudica la pesca, por lo que, para evitar influjos negativos, se les prohíbe acercarse a la orilla para no dañar la pesca del día.
§ Tribus africanas tienen la idea de que si una mujer esta menstruando no se debe acercar a una vaca que da leche, ya que puede provocar infertilidad del animal.
§ Tribus colombianas tienen la idea de que si una mujer esta menstruando y toca las flechas para la caza, estas ya no servirán y deben desecharlas.
§ Tribus de Nueva Guinea encierran en las cabañas a las mujeres que están menstruando para que no arruinen las cosechas.
§ En Europa se creía que si las mujeres tocaban la carne o la mantequilla esta ya no era comestible, así como, si tocaban el vino este se convertiría en vinagre.
§ En la iglesia griega, la mujer no podía comulgar durante la menstruación y, además, el concilio de Nicea les prohibió entrar a las iglesias.
§ En la Biblia (Levítico 15, 19-28) se menciona que el tiempo de la menstruación se debe considerar como impuro y la mujer en tal condición deberá guardar una serie de restricciones.
§ El hombre primitivo creía que tenía cualidades sobrenaturales, ya que no alcanzaba a comprender cómo una mujer podía perder sangre sin morir.
§ Para ciertas tribus africanas la mujer que estaba menstruando estaba contaminada y no podía cocinar para la familia, ya que de hacerlo podía envenenarlos.
§ En Alemania las mujeres usaban su sangre como afrodisíaco.
§ En Nueva Zelanda, los Maoris tenían la creencia de que las almas humanas están hechas de sangre menstrual.
§ Algunas tribus amazónicas peruanas utilizan la pintura corporal, son pintadas de rojo las mujeres que menstrúan para aislarlas y no dejar que se acerquen ni a las personas ni a los utensilios de uso cotidiano.
Tabúes curativos o mágicos
§ Se creía que la sangre menstrual tenia poderes curativos o farmacológicos para curar enfermedades como la gota, la fiebre puerperal y las infecciones intestinales, así como para heridas y úlceras.
§ En Escocia se utilizaba para curar el mal de ojo.
Tabúes de tatarabuelita
§ No te bañes cuando menstruas, ya que se te puede cortar la regla.
§ No tomes nada frío cuando menstruas, ya que puede desaparecer tu regla para siempre y ya no podrás tener hijos.
§ No hagas ejercicio cuando menstruas, porque te pueden salir tumores.
§ No te bañes durante la menstruación, porque te pueden dar calambres dolorosos. [9]
Otros mitos y tabues
1. Paraliza las actividades sociales
2. Marchita las flores
3. Hace caer las frutas
4. La sangre menstrual es utilizada en los bebedizos, "gualichos" y filtros de amor para enlazar al esquivo amado
5. Sus emanaciones ahuyentan monstruos y espíritus
6. Arruina las cosechas y devasta los jardines
7. Mata los gérmenes y las abejas
8. Avinagra el vino
9. Agria la leche y las cremas
10. Corta la mayonesa
11. Corrompe la carne
12. Echa a perder el jamón
13. Ennegrece el azúcar
14. Impide la fermentación de la sidra
15. Posee poderes maléficos
16. Provoca la ruptura de los objetos frágiles
17. Hace saltar las cuerdas de arpas y violines
18. Debilita al varón
19. Si mantiene relaciones en esa fecha vuelve impotente al varón
§ Es un equivalente del orgasmo da satisfacción sexual
§ Cuando una mujer deja de tenerlas (menopausia) queda inhabilitada para el placer sexual y debe clausurar su vida erótica.
¡No en vano los anglosajones llamaban a la menstruación: "the curse" (la maldición)! [10]
Décadas atrás, era bastante común que las madres nada dijeran a sus hijas sobre la llegada de la menarquia (aparición de la primer menstruación), otras les explicaban con conceptos erróneos, oscuros y equívocos y, para muchas de ellas, se configuraba un hecho traumático, vergonzante e intimidante.
§ "no te hagas problemas nena, que es una pequeña herida".
§ "estás lastimada".
§ "se te va a ir en unos días".
§ "es una enfermedad pasajera".
§ "ya te hiciste señorita".
§ "de eso no te vas a morir, no te quejes".
§ "de estas cosas no se habla”[11].
7. NATURALEZA SANGRE
La menstruación es un proceso inherente a la naturaleza femenina y la menarquia marca el fin de la niñez y el inicio de la adolescencia. ¿Pero qué es lo que hace que la menarquia llegue un día determinado? Según el doctor Fernando Sumalavia, pediatra de la clínica Maison de Santé, "dependiendo del grado de madurez al que haya llegado el cuerpo de la niña, se activa, gracias a la acción de las hormonas gonadotrofinas y el eje hipotálamo-hipófisis-ovario, lo que produce una serie de cambios en el cuerpo de la niña".
Una de las cosas que más preocupa a las madres --y en muchos casos a las niñas también-- es si están dentro del tiempo adecuado para que les venga la regla. Es una mezcla de ansiedad y temor. Al respecto, el doctor Christian Beuermann, ginecólogo del Instituto de Ginecología y Fertilidad de Miraflores, asegura que "existen distintos factores que pueden adelantar o retrasar la llegada de la menarquia. La carga hereditaria, la raza, la nutrición, el medio ambiente y los antecedentes (si una madre tuvo su primera regla a los 16 años es probable que sus hijas la tengan a esa misma edad) son solo algunos de ellos".
No hay que comer ansias. El promedio de edad en la aparición de la menarquia en el Perú es de 12,5 años, pero nuestro país ostenta el dudoso récord mundial de embarazos prematuros: 5,5 años, aunque los rangos normales oscilan entre los 11 y los 15 años.
En este punto, un nuevo temor se apodera de las madres. Si a mi hija ya le vino la regla, ya puede ser madre? La respuesta es clara: es muy raro. "Esto se debe a que la primera menstruación no implica necesariamente madurez sexual. Es más, pueden pasar hasta tres años antes de que una mujer empiece a ovular regularmente. Por otro lado, que la menarquia se manifieste tempranamente no significa necesariamente que la menopausia llegará antes. Si bien la edad en que se manifiesta la menarquia puede variar, la menopausia tiende a ser bastante regular", explica el doctor Beuermann.
8. OTRAS VERDADES
Una de las creencias que tiene mayor asidero en la realidad es la que dice que si a una niña le viene la regla ya no crece más. "No es que ya no vaya a crecer. Lo que ocurre es que va a tener un techo de aproximadamente 8 o 9 centímetros como máximo", afirma el pediatra Sumalavia.
Si hablamos de la regularidad de los períodos menstruales, hay que aclarar que al principio una niña es bastante irregular. "Las reglas en las púberes pueden venir cada 40, 60 o 90 días, incluso cada seis meses. Con los años esto se irá regulando", asegura el pediatra.
Existen muchísimas dudas más que podrían resolverse, pero ni todas las páginas de este suplemento alcanzarían. Cuánto tiempo hemos perdido en este voluntario mutis ocasionado, la mayoría de veces, por la ignorancia y absurda vergüenza. Por eso, no lo dude, hable con sus hijas y con los especialistas. [12]
9. PILDORA ANTIMENSTRUACIÓN
Sin duda, es un tema que ha levantado multitud de comentarios a lo largo de las últimas semanas. El próximo mes de julio sale al mercado en EEUU un nuevo método anticonceptivo (más que un nuevo método se trata del perfeccionamiento de una posibilidad que ya admitían los anticonceptivos orales clásicos, que llevan más de 40 años en el mercado).
Es la llamada píldora antimenstruación que, con el nombre de “Lybrel”, estará disponible en todas las farmacias del país norteamericano. A Latinoamérica tardará unos años en llegar y cuando lo haga lo hará con el nombre de “Anya”.
La píldora anticonceptiva habitual está diseñada para ser tomada durante 21 días y descansar 7 días. En esos días de descanso, la mujer tiene una “mini menstruación” o “falsa menstruación”, dando la impresión de que se cumple regularmente el ciclo menstrual. Aunque, desde hace años, muchas mujeres bajo prescripción facultativa, o a su antojo, han controlado la menstruación en situaciones especiales, como en vacaciones, viajes y, sobre todo en la luna de miel, con el sencillo método de interrumpir la toma antes de lo previsto, o seguir tomando la píldora sin descansar.
La nueva píldora se toma a diario de manera ininterrumpida mientras se desee evitar el embarazo. Y en este caso no hay ovulación, ni tampoco menstruación. Daniel Shames -subdirector del Centro de Evaluación e Investigación de Fármacos de la FDA, entidad que vigila los fármacos que salen al mercado en Estados Unidos-, ha explicado que eliminar la menstruación no parece generar ningún inconveniente sobre la salud de la mujer. Sin embargo se hará un seguimiento de “Lybrel” después de su aparición en el mercado para controlar posibles efectos secundarios.
Algunas voces críticas ya han cuestionado si el nuevo medicamento se ha estudiado lo suficiente como para tener la certeza de que es seguro suprimir la menstruación a largo plazo. Otros han criticado que la píldora puede difundir ideas erróneas sobre la menstruación, ya que perpetúa muchas actitudes negativas y tabúes sobre la isma, como que es algo molesto, sucio, debilitador y vergonzoso.
No cabe duda que se trata de una píldora que podría beneficiar especialmente a aquellas mujeres que sufren síndrome premenstrual, anemia por falta de hierro o endometriosis. Sin embargo, se plantean muchas dudas aún no resueltas sobre su utilización habitual y generalizada. Como siempre en medicina debemos ser prudentes ante la aparición de nuevos tratamientos y debemos acoger los teóricos beneficios con escepticismo.[13]

10. TRASTORNOS DE LA MENSTRUACION
La menstruación es parte del ciclo menstrual normal en una mujer sana en edad fértil. El ciclo menstrual dura unos 28 días, aunque se considera normal también entre los 21 y los 35. Empieza el primer día del sangrado (de lo que entendemos por la regla) y finaliza el día anterior a la siguiente regla.
· Síntomas:
Cuando las mujeres empiezan a familiarizarse con la regla aprenden a distinguir, aunque sea vagamente, los signos de cada fase del ciclo menstrual.
Dependiendo del ciclo menstrual los síntomas pueden variar:
- En la fase de preovulación (días posteriores a la regla) se tiene la sensación de plenitud, de energías renovadas y fuerza.
- Durante la fase de ovulación (unas dos semanas después de la regla) es frecuente experimentar un dolor punzante en un lado de la parte baja del vientre y un aumento de la secreción vaginal, o flujo.
- La fase de postovulación (unos días antes de la regla) es la fase más prolija en cambios físicos y también psíquicos, hasta el punto que algunas mujeres pueden sufrir el Síndrome premenstrual. Aquí los síntomas más comunes son un sentimiento de tristeza y melancolía, falta de concentración, hinchazón en el bajo vientre y aumento de la grasa en piel y cabellos.
- En la menstruación o sangrado la hemorragia es la característica principal, que puede durar entre 3 y 7 días. La cantidad de flujo perdido varía dependiendo de cada mujer, aunque la media de sangrado perdido equivaldría al volumen de una taza de té. El 90 por ciento se expulsa durante los primeros 3 días de regla.
Otros síntomas propios de esta fase son:
Dolores en el bajo vientre (parecidos a los retortijones), dolor de espalda y piernas, mareos, náuseas y vómitos y diarrea.[14]
a) Síndrome premenstrual
No todas las mujeres sufren el síndrome premenstrual, aunque tengan molestias los días previos a la regla.
Para que se considere un síndrome, tienen que ser molestias concretas además de la sensación de tristeza y de tensión propias de este periodo premenstrual. Sus síntomas abarcan desde aspectos físicos hasta psicológicos. Dentro del primer grupo se pueden señalar:
- Tensión mamaria
- Hinchazón (cara, abdomen, dedos)
- Dolor de cabeza (migrañas)
- Cambio de apetito (antojo de dulces)
- Acné o urticaria
- Estreñimiento o diarrea
- Palpitaciones
- Cambios en el interés sexual
- Cambios en el sueño
- Rigidez muscular
- Dolor de espalda
- Asma
- Rinitis
Por su parte los cambios psicológicos que puede sufrir la mujer son:
- Depresión
- Un tratamiento médico. Para otras mujeres pueden ser útiles los siguientes remedios. Ante cualquier duda, consulta con tu médico.
- Alimentación: Hacer una dieta sana, rica en verduras y frutas. Reducir el consumo de sal para evitar el hinchazón y comer un poco más de azúcar de lo habitual, pues puede ayudar a regular el nivel de glucosa si te sientes falta de energía.
- Ejercicio: Practicar de forma regular ejercicio.
- Relajación: Evitar en lo que puedas situaciones estresantes. Aprender métodos de relajación. También ayuda leer un buen libro o dar un paseo.[15]

b) Hipermenorrea
Las hemorragias genitales juveniles se atribuyen así siempre, en la actualidad, a la insuficiencia hormonal del ovario en combinación con una debilidad en la contractibilidad del útero infantil. No está sin dudad justificado el considerar estas hemorragias ha menudo abundantes o muy intensas, como fase biológica de transición al ciclo genital normal, por razón de su relativa rareza en la adolescencia y lo acusado del cuadro clínico. Marthius señala como etiología posible un trastorno en el diencéfalo–hipófisis. L intimas correlaciones de este sistema y la regulación nerviosa central remiten a una etiología vinculada con factores psicógenos.
Beneditti ha publicado valiosas bibliografías de las muchachas jóvenes afectadas de hiperplasia quística–granular. Todas las jóvenes de su material de observación no seleccionados, eran de constitución asténica con caracteres sexuales secundarios precoses. El juego con muñecas, la ayuda en el hogar y la identificación con la amdre habían sido muy deficientemente vividos.
Frente a los niños pequeñitos, estas pacientes se mantenían indiferente y recusaban la emoción de una futura maternidad .Ninguna presentaba una madurez acorde con su edad , y en 4 de 10 produjeron metrorragias en relación inmediata con una situación de traumatismo psíquico .La inmadurez emocional, las inhibiciones, una disposición ambivalente respecto de la menstruación, e incluso reacciones de repugnancia caracterizaron el desarrollo de estos jóvenes pacientes . La misma impresión recogió también Raboch y Col. Con respecto a la actividad sexual en 110 casos de trastornos primitivos de la menstruación.
Desde el punto de vista psicosomático, Hirman ha explicado las hemorragias genitales juveniles como síntoma de conversión ante la pérdida tristeza y depresión por las características infantiles perdidas. Deutsch ve las hemorragias juveniles prolongadas una actitud de protesta ante la feminidad.[16]


c) Oligomenorreo e hipomenorrea
- Sentimiento de tristeza, melancolía
- Cansancio y fatiga
- Tensión o intranquilidad
- Ansiedad
- Irritabilidad y agresividad
- Dificultad de concentración
Los síntomas suelen aparecer en los días previos a la menstruación y desaparecen con la hemorragia. Es más frecuente entre las mujeres treinteañeras y las que ya tienen hijos, aunque no se sabe bien por qué aparece. En los casos más acusados del síndrome, puede ser necesario recibir.
Las hemorragias genitales periódicas raras (oligomenorreas), el ciclo anovulatorio y amenorrea son fenómenos de insuficiencia en la función genital generativa y vegetativa .En la oligoamenorrea priva la problemática de la maduración, donde es central la identidad sexual. Taylor considera que esto puede verse en el ciclo anovulatorio, en la aversión al coito o en el temor al embarazo. Estos son sin embargos no más que los efectos observables que inhibiciones severas de la maduración.[17]
II.- EMBARAZO Y PARTO
La evolución psicosexual de la mujer culmina con la maternidad .Ya durante los nueve meses de embarazo ve una síntesis de su vida anterior .Muchos conflictos vividos durante su infancia y adolescencia hundidos en el olvido del inconciente, reviven y se intensifican puntos de fijación no superados.
Aunque sabe que nacer mujer implica algún día dejar de ser hija para convertirse en ser madre, no siempre se siente demasiado madura como para aceptar su rol adulto. Así como el organismo debe adaptarse a las modificaciones que la gravidez le impone, también la mente debe hacerlo, como que a veces fracasa.
La diferencia entre la psicología normal y la psicopatología en el estado grávido puberal esta dado por la estructura de la personalidad de la gestante, cuyo diagnostico no siempre está el obstetra en condiciones de realizar. Por otra parte la mujer en estado de gravidez le resulta difícil transmitir esta sensación de cambio.
La gestación plantea en la conciencia de la mujer 3 realidades que percibe de diversas formas:
1. La aparición de un nuevo ser donde interviene la adaptación psíquica a la nueva situación.
2. Grandes modificaciones biológicas que alteran su cuerpo médica y estéticamente.
3. Un cambio en el papel social.[18]
1. EL EMBARAZO
Puede dividirse esta etapa en 3 trimestres cada uno de los cuales tienen características propias. El primero es el “del conocimiento”: La mujer sabe que está embarazada; al 2do trimestre es el de la “aceptación del embarazo” y el 3er periodos “la realidad” frente al parto que se avecina.
· El primer trimestre: etapa de conocimiento: Durante el primer trimestre se encuadra en el diagnostico presuntivo y real de la gestación. El 1er estado por las modificaciones que la mujer nota en su actividad diaria donde se mezclan sus nauseas matutinas su sensación salival excesiva, su marcada astenia, que no siempre coincide con hipotensión arterial, y el sentirse mal, junto con su amenorrea y su exagerad congestión mamaria .Todo esto lleva al diagnostico real.
Características de esta etapa:
1. Modificaciones en sus actividades: naúseas, vómitos, amenorrea, aumento de las ganas de dormir.
2. Inseguridad de estar embarazada realmente.
3. Estrés e inseguridad emocional.
4. Sentimientos contradictorios respecto al embarazo.
5. Ansiedad.
Si embarazo fue deseado, la mujer experimentará euforia y alegría. Sin embargo Si el embarazo es no deseado la mujer experimentará ansiedad y depresión.
La reacción biológica e inmunológica del embarazo, agregada al primer encuentro con quien será su médico obstetra, implica una aproximación parcial o total entre 2 seres humanos, en la cual uno de ellos la mujer, se pone en situaciones de dependencia respecto al otro. A el confiara la salud física y mental de 2 vidas .Esta relación incidirá en las características que adquiera esta etapa de embarazo.
Si entre los antecedentes de la mujer hay abortos –especialmente si fuera provocados y anteriores al matrimonio –el grado de confianza que su médico la inspire la llevara a comunicársela o no.
· El segundo trimestre: etapa de aceptación del embarazo:En el segundo trimestre, el de la aceptación del embarazo, es frecuente la aparición de dificultades en la libido. La mujer se siente lograda, tiene dentro de su útero un ser humano que vive, se mueve y le pertenece íntegramente. Por ello, tras el aparente temor a la lesión o malformación del niño, existe el logro de su condición de mujer y, de acuerdo con su personalidad más o menos femenina, aceptará o no la vida sexual. Es función del médico informarle que fisiológicamente no existe dificultad alguna para la relación sexual, rompiendo uno de los clásicos tabúes de la abstinencia durante el embarazo.
Esta etapa se caracteriza por una calma psicologica:
1. Caracterizado por estabilización y adaptación.
2. Mujer es más serena y positiva.
3. Preocupación si va a recuperar su figura.
4. Se produce la búsqueda de figuras maternas.
5. Es más sensible al tacto.[19]
En esta etapa, la mujer nota cambios en su esquema corporal. Es el período que podríamos llamar de la “adolescencia del embarazo”. No es niña ni adulta. Su imagen frente al espejo es diferente. Actúa como adolescente. Teme que su cuerpo no retome la forma previa al embarazo.
Por ello experimenta reacciones de celos y se activan mecanismos de regresión que la retrotraen a la niñez y adolescencia. Estos fenómenos se ven incrementados por actitudes de su pareja, que inconscientemente no siempre acepta la realidad del embarazo. Como el hombre no siente los movimientos fetales puede entrar en competencia con su mujer, tal vez porque la envidie. A consecuencia de esto puede aumentar exageradamente de peso o, como reacción, cuidar de su físico en forma muy marcada. No siempre acompaña a su mujer adecuadamente si ella presenta una reacción psicopatológica.
Mujer se siente lograda, y de acuerdo a su personalidad aceptará o no la vida sexual. Es deber del médico, informar a la mujer que puede mantener relaciones sexuales con su pareja, negando tabú de la abstinencia sexual durante el embarazo.[20]
· El tercer trimestre: etapa de la realidad:En el tercer período, el de la realidad, la grávida se enfrenta con algo irreversible: su parto es inminente. En este momento surgen las tres ansiedades básicas en toda gestante: a) el miedo al dolor; b) el miedo al hijo deforme; c) el miedo a morir en el parto. Con el miedo al dolor está expresado el miedo ante lo desconocido. Frecuentemente tiene dificultades en su vida sexual, desconoce su aparato genital y piensa que el niño nacerá a costa de ella y no a pesar de ella; en este aspecto, la preparación psicoprofiláctica para el parto ha demostrado su real valor, porque calma este tipo de ansiedad con la información que brinda. El miedo al hijo deforme, especialmente al hijo mogólico, es universal. Este temor se incrementa si la mujer está en contacto, por su labor específica, con niños de escuelas diferenciales, o si existe algún antecedente en una de las dos familias. Creemos que a nivel profundo la ansiedad se debe a la inmadurez de la mujer, que no se siente capaz de formar un hijo completo y sano. La tercera ansiedad, o miedo a morir en el parto, es fundamentalmente el temor a lo desconocido, es dejar una situación de seguridad y protección para introducirse en otra sobre la que se han tejido infinidad de fantasías. Sin embargo, es frecuente observarla en multigrávidas, posiblemente por su experiencia positiva o negativa anterior. No es la primera experiencia, donde en parte “jugó a ser madre”. Sabe que su rol es eminentemente activo y esto incrementa su angustia de muerte.[21]



2. APEGO PRENATAL
La madre se une o vincula con el hijo no nacido de una manera análoga a la relación que se forma entre la madre y el hijo después del nacimiento. La unión prenatal está cataliza­da por las patadas que ocurren en los últimos meses de em­barazo y por la ecografía. La madre empieza a tener fantasias sobre el bebé, a menudo hablándole afectivamente. Puede iniciar al marido y otros niños a «jugar" con el bebé, al tiem­po que se prepara para el parto y la fraternidad (comporta­miento anidado).
Existe una patología del vínculo filial. En algunas madres existe un apego mínimo incluso hasta el final. El feto se con­sidera una intrusión cuyos movimientos desagradan o distraen a la madre y alteran su descanso­. Cuando la actitud de la madre hacia el embarazo es de un rechazo obstinado, los terapeutas pueden centrar su atención en la relación misma con el hijo. En este caso se ha sugerido acariciar el abdomen e identificar partes del cuerpo del feto, así como contar his­torias sobre la vida futura del bebé.[22]
3. MALOS TRATOS AL FETO
Cuando una madre está profundamente resentida por su embarazo, puede llegar a agredir al feto, en un intento deli­berado de provocar un aborto. También puede ocurrir, como manifestación de rabia contra el bebé, que una mujer embarazada se golpee el abdomen, hasta e! punto de provo­carse lesiones.
No es únicamente la madre la que puede golpear al feto. La violencia doméstica es común y muchas mujeres maltrata­das ven cómo su abdomen es golpeado por botas o puños. Los malos tratos pueden aumentar durante e! embarazo, cuando las patadas y los golpes son dirigidos hacia e! abdo­men en lugar de la cara. Los factores principales son la fus­tración sexual, el abuso de sustancias tóxicas, los celos, la irri­tabilidad de la madre y no estar preparado para la paternidad.
El feto se encuentra protegido de la violencia externa por el líquido amniótico, pero aún así puede lesionarse, por ejem­plo por un accidente de coche, por separación de la placenta o por rotura del útero. El nivel de aborto espontáneo au­menta y se han descrito anomalías congénitas. Las caídas no suelen afectar al útero, a menos que se fracture la pelvis. Los niños pueden dañarse por heridas penetrantes, y existen más de 100 denuncias por heridas de bala en el útero, resultado de ataques criminales, tentativos para inducir un aborto tardío o intentos de suicidio.

4. TRANSTORNOS PSICOLOGICOS EN EL EMBARAZO
A pesar de que el embarazo es un momento muy especial para una mujer y su familia, también puede ser el momento de mayor estrés. Esto puede ser resultado de cambios psicológicos tanto como de adaptaciones diarias en el hogar así como en la oficina.
Para todos, el estrés provoca cambios definitivos en el cuerpo. Esto incluye: aumento de tensión muscular, respiración rápida, latidos del corazón más rapidos y aumento en la tensión alterial. El estrés crónico puede resultar en una gran variedad de problemas físicos y emocionales, desde la fatiga hasta el insomnio, así también como desde las ulceras hasta las enfermedades cardiacas. Sin embargo simples cambios en el estilo de vida y técnicas sencillas de relajación, podrían ayudar a mantener el estrés bajo control.
A. Ansiedad
Para muchas madres, el embarazo es un momento de con­siderable ansiedad. El primer trimestre puede incluir una an­gustiosa decisión sobre si continuar o no con el embarazo. Las mujeres que han tenido un aborto espontáneo o que han­ sufrido la pérdida de un hijo presentan un aumento de la aprehensión en el momento en que el embarazo anterior fi­nalizó. En el tercer trimestre se produce un aumento de la an­siedad, centrada principalmente en tres aspectos: miedo al parto (tocofobia), miedo de anormalidad fetal y miedo al fra­caso de adaptación a la maternidad.
Normalmente esta ansiedad se trata con ejercicios de res­piración y apoyo, aunque pueden administrarse ansiolíticos con moderación. De los agentes ansiolíticos las fenotiazinas son relativamente seguras. Las benzodiazepinas están con­traindicadas en las etapas finales del embarazo porque pue­den causar intoxicación fetal. Es mejor evitar el propranolol, puesto que se han descrito retrasos en e! crecimiento intrau­terino y síntomas cardíacos y respiratorios neonatales.[23]
B. Depresión
Aunque la depresión preparto no ha levantado el mismo interés que la depresión posparto, no por ello es menos corriente. La depresión se presenta de forma habitual en el grupo de mujeres en edad reproductiva y su presencia du­rante el embarazo no es mayor que en el resto de mujeres, aunque el embarazo no es precisamente un estado protegido. La depresión puede ser recurrente (p. ej., se han descrito ca­sos de mujeres que han sufrido hasta un total de 12 crisis en embarazos consecutivos, recuperándose en algunos casos en el momento del parto) y también puede estar asociada con la manía puérpera.
La depresión durante el embarazo es debido principalmente a las siguientes causas:
1. Primaridad.
2. Falta de apoyo familiar y social.
3. Falta de apoyo entre la pareja
4. Abuso de alcohol
5. Historia de abortos previos.
6. Ambivalencia hacia la gestación.[24]
La frecuencia de los suicidios durante el embarazo es una cuestión de intenso debate. Es difícil precisar los resultados puesto que no todos los suicidios se han comunicado al juez de primera instancia, no se les ha practicado una autopsia, ni todas las autopsias incluyeron un examen del útero. Además, tanto el suicidio como el embarazo son a menudo ocultados. Por tanto debemos tratar con escepticismo todos aquellos in­formes que no presenten una recopilación exhaustiva de re­sultados. De todos modos, parece ser que el grado de suici­dio ha disminuido a lo largo del siglo xx. Los estudios de la primera cuarta parte de siglo mostraron que alrededor del 13 % de las mujeres que cometían suicidio estaban embara­zadas (más que una cifra alta ello sugiere que e! embarazo era un factor de riesgo en una época en que e! embarazo ilegíti­mo estaba estigmatizado). Estudios más recientes muestran porcentajes inferiores. El estudio realizado por Weir va­loró todos los factores posibles. Estudió los datos de 1.696 suicidas cometidos en e! centro de Londres entre 1943 y 1962; e! 3,9 % correspondían a mujeres embarazadas, y 40 de los 66 embarazos correspondían a mujeres que habían con­cebido fuera de! matrimonio (alrededor de seis veces la tasa de ilegitimidad que había en Londres en aquella época). Es­tos resultados sugieren que la crisis producida por un emba­razo no deseado era todavía un factor de suicidio a mitad del siglo xx.
La depresión prenatal de tipo grave a menudo no recibe tratamiento por e! miedo ocasionado por los efectos de los fármacos sobre e! feto. Estos miedos han sido exagerados. No se conoce ningún fármaco antidepresivo que ocasione efectos teratógenos o de otro tipo en e! feto. Existen informes oca­sionales de efectos adversos o de abstinencia en neonatos, por lo que debería evitarse la medicación en e! último trimestre de embarazo. Todavía es demasiado temprano para extraer conclusiones sobre la seguridad de los recientemente presen­tados inhibidores de la recaptación de serotonina. La terapia electroconvulsiva es segura, puesto que la madre se encuentra debidamente oxigenada durante el breve período de aneste­sia; de todos modos debe examinarse a las mujeres embara­zadas por posibles síndromes de deficiencia en seudocolinesterasa antes de recibir este tratamiento.
C. Alcoholismo
El embarazo tiene un efecto beneficioso en la adicción al alcohol, pero el abuso de alcohol puede tener efectos graves sobre el feto. El etanol es teratogénico y causa el “síndrome alcohólico fetal”, cuya sintomatología incluye dismorfismo facil debido a hipoplasia maxilar. No obastante, el principal efecto del alcohol es el retraso del crecimiento intrauterino; aunque acorta la gestación, el bajo peso corporal no se debe a la prematuridad del parto, sino a que los bebes son pequeños para la edad gestacional en el que se encuentran. Los niños que han sido expuestos al alcoholismo materno pueden presentar síntomas de abstinencia y el retraso mental es una consecuencia a largo plazo. [25]
D. Estrés y defectos de nacimiento
Hay ciertas evidencias que el estrés maternal excesivo durante el embarazo puede contribuir a un trabajo de parto y parto y alivio prematuros. Los estudios indican que estrés psicológico en extremo puede llegar a causar que el bebé nazca con un bajo peso.
La fundación Marcha de Dimes para defectos de nacimiento recomienda que una mujer que se siente saturada por el estrés en cualquier etapa del embarazo consulte a su médico o enfermera-partera.
E. Las presiones únicas del embarazo
El embarazo agrega nuevos motivos de estrés en la ocupada vida de una mujer. Una mujer pasa por profundos cambios emocionales a medida que anticipa el nacimiento de su bebé y la responsabilidad de la maternidad. Además, muchas mujeres embarazadas experimentan ansiedad debido a las incomodidades físicas tales como náusea, fatiga, inflamación y dolor de espalda. Estas preocupaciones pueden ser minimizadas por información específica de un doctor o educador de salud en cómo enfrentarse a estos cambios, así como tener una confirmación de que estos síntomas son temporarios.
Cambios en los niveles hormonales también influenciarán el estado psicológico de la mujer. Cambios químicos y hormonales pueden ser responsables en parte por el cambio radical en el estado de ánimo experimentado en el embarazo. Estos cambios pueden hacer que los mecanismos normales de defensa sean menos efectivos.
Otros factores afectan también en la habilidad del individuo de controlar el estrés y determinar si un evento estresante se torna en una crisis. Esto incluye personalidad, salud mental y física, condiciones de vida, estado económico, madurez, y apoyo de otros.[26]
F. Técnicas de reducción del estrés
Cambios simples en la actitud y comportamiento pueden ayudar a una mujer a reducir la tensión. Mecanismos positivos de hacer frente a situaciones incluyen una percepción realista de un evento, discusión abierta, y un intento de resolver el problema. El primer paso en aliviar la tensión es identificar los cambios y presiones en su vida.
§ ¿Qué cambios están sucediendo debido al embarazo? ¿Qué diferencias físicas y emocionales están presentes? ¿Están cambiando las relaciones con el cónyuge, parientes, amigos, y colegas?
§ ¿Qué presiones está experimentando en su medio ambiente? Desafíos particulares para la mujer embarazada en el lugar de trabajo pueden incluir: carga de trabajo poco realista; ruido excesivo, a aglomeración de gente, o interrupciones; períodos largos de estar de pie o sentada; sentirse cansada sin tener un lugar para descansar; o el horario.
§ Qué presiones está Ud. poniéndose a sí misma? ¿Está tratando de ser una supermujer, esperando
§ Lograr hacer todo lo que Ud. lograba hacer antes de estar embarazada? Luego Ud. debe enfrentarse con las presiones que ha descubierto.
§ Examine sus metas para ver si son realistas en su situación actual. Ponga prioridades y postergue los quehaceres innecesarios, o deléguelos a otros.
§ Negocie fechas límites realístas con sus superiores.
§ Examine su lugar de trabajo para encontrar formas de controlar irritaciones tales como el ruido excesivo.
§ Aprenda cómo comunicarse efectivamente y pedir

III. EMBARAZO EN ADOLESCENTES
1. ESTADÍSTICAS DEL EMBARAZO EN ADOLESCENTES EN EL PERÚ
Para los efectos del informe emitido por LA ENDES continua 2004 - 2006, se consideran como adolescentes a las mujeres de 15 a 19 años. La conducta reproductiva de las adolescentes es un tópico de reconocida importancia, no sólo en lo concerniente a embarazos no deseados y abortos, sino también en relación con las consecuencias sociales, económicas y de salud. Los embarazos a muy temprana edad forman parte del patrón cultural, de algunas regiones y grupos sociales, pero en las grandes ciudades generalmente no son deseados y se dan en parejas que no han iniciado una vida en común; o tienen lugar en situaciones de unión consensual, lo que generalmente termina con el abandono de la mujer y del hijo, configurando así el problema social de la 'madre soltera'. Muchos de estos embarazos terminan en abortos practicados por personas sin la debida formación profesional y en condiciones sanitarias inadecuadas, ya que los servicios médicos especializados son escasos y costosos porque el aborto es ilegal en el Perú.
Si bien las tasas de fecundidad de las adolescentes han venido descendiendo en la mayoría de los llamados países en vías de desarrollo, aún así su conducta reproductiva es una gran preocupación. En comparación con los cambios observados en fecundidad en los grupos de mujeres de mayor edad, en gran parte como resultado del uso de métodos de planificación familiar, las reducciones en la fecundidad de adolescentes son principalmente obtenidas mediante la postergación de la primera unión.
En el Cuadro se muestran los porcentajes de mujeres de 15-19 años de edad con al menos un hijo nacido vivo o que estaban embarazadas por primera vez al momento de la encuesta, según características seleccionadas; y en el Gráfico siguiente se ilustran los diferenciales por residencia.[27]

Si se analiza al adolescente como individuo, tenemos que la adolescencia es la etapa de transición durante la cual el niño se transforma en adulto. En este período se producen aceleradamente cambios físicos y psíquicos. Aparecen y se desarrollan los caracteres sexuales secundarios y se producen cambios en los órganos genitales.
Según el diccionario de la real academia española la adolescencia es la edad de transición que sucede en la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo.
En el diccionario de psicología se menciona que es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que transcurre entre la pubertad y la edad juvenil. Su aparición está señalada por la pubertad, pero la aparición de este fenómeno biológico es solamente el comienzo de un proceso continuo y más general, tanto en el plano somático como en el psíquico y que prosigue por varios años hasta la formación completa del adulto. Aparte del aspecto biológico de este fenómeno, las transformaciones psíquicas están profundamente influenciadas por el ambiente social y cultural, inclusive pueden faltar por completo en algunos pueblos llamados primitivos.[28]
Actualmente, el embarazo en adolescentes es común; si se mira desde el punto de vista médico preventivo, se puede decir que el inicio precoz de las relaciones sexuales y la no utilización de métodos anticonceptivos, es un factor importante. Si se mira, en cambio, desde la movilización que existe en los grupos familiares actualmente, se expone la desintegración familiar, la poca comunicación con los padres, la falta de enseñanza sobre la capacidad de medir riesgos, etc. La realidad es que estas adolescentes se convierten en madres antes de afianzar su propio proyecto de vida, sin tener madurez física ni emocional.
Estas adolescentes no tienen una adecuada preparación académica, buen desarrollo orgánico ni mental por el proceso de edad en que se encuentran. Por lo que se ocasiona una deserción en los estudios. Abandono por parte de los familiares, y una problemática de salud. Esto implica, para el bebé, una red de sustentación muchas veces no adecuada.
· Factores que contribuyen en el inicio de la sexualidad adolescente:
1. Ignorancia en reproducción y sexualidad humana.
2. Mala o deficiente comunicación con los padres.
3. Ignorancia de los padres en embarazo y sexualidad.
4. Problemática entre los padres.
5. Padres que viven separados.
6. Ser hijo o hija de madres adolescentes.

· Factores asociados al embarazo en adolescentes:
1. Pertenencia a la zona rural.
2. Nivel económico y social
3. Practicar alguna religión.
4. Influencia de amigos.
5. Influencia de televisión, radio, periódicos o revistas.[29]
2. ETAPAS EMOCIONALES DURANTE EL EMBARAZO ADOLESCENTE
En el primer trimestre predominan la sorpresa, la angustia, la preocupación pero sobre todo la negación. Paralelamente algunos malestares físicos pueden interferir en el estado de ánimo, suelen aparecer temores con respecto a la permanencia de la gestación. Por eso, muchas adolescentes eligen no comunicar su estado, hasta que es casi imposible esconder la situación. Es común que se repliegue el deseo sexual y que se esté con ganas de llorar o más sensibles. Hay cansancio y un cierto desinterés por cualquier otro tema que se relacione con la gestación.
En el segundo trimestre recupera el buen estado físico. Aparece la ansiedad porque se empieza a sentir vida dentro del organismo de la adolescente, la cual en muchos casos termina en un stress agotador y desgastante tanto para la adolescente como para el bebé. La embarazada se aleja más de la familia, amistades y en ocasiones de la pareja.
En el tercer trimestre se trata de una etapa de muchos cambios: no sólo se modifica el cuerpo de la adolescente (por dentro y por fuera), sino también su sensibilidad. Es frecuente que el estado de ánimo se altere sin mayores razones. Y aunque el embarazo no es una enfermedad, trae como consecuencia muchos cambios que demandarán cuidados especiales para garantizar el bienestar de la adolescente. En ocasiones en esta etapa del embarazo la negación y rechazo a la situación sigue presente y puede incrementarse notablemente. La angustia se desencadena a consecuencia del cercano nacimiento del bebé.
3. ASPECTOS FÍSICOS
La mayoría de adolescentes están más cansadas de lo habitual al inicio del embarazo, esta sensación es perfectamente comprensible, ya que la adaptación no es sencilla y su cuerpo tiene mucho por hacer en las primeras semanas, deben por ejemplo, producir mas sanfre para poder transportar los nutritientes al feto. A su vez el corazón debe adaptarse al mayor volumen de sangre debe latir a una mayor frecuencia, de hecho el pulso se acelera.
El cuerpo cambia la forma de utilizar el agua, proteínas, hidratos y grasas; la combinación de estos profundos cambios y muchos otros se traducen en la fatiga y desinterés por hacer alguna actividad física. A los cambios físicos y la sensación de cansancio se le suman nuevos sentimientos y preocupaciones.
Es necesario en el embarazo, brindarle a la adolescente recursos para los ejercicios o actividades físicas para que todos los cambios que se vayan desarrollando en el interior del cuerpo, puedan ser llevados con más tranquilidad.
4. ASPECTOS SOCIALES
Una primera objeción con la que se enfrentan las adolescentes embarazadas se basa en la imagen de la “manzana podrida” o de la “rama infectada”, que es necesario cortar en las sociedades. Este primitivo concepto, aplicable a la agricultura y a la era miasmática de la enfermedad en los seres humanos, es de discutible aplicación a los seres humanos desde el punto de vista de las ciencias sociales.
Curiosamente, esta creencia se da en los medios socioeconómicos altos con más frecuencia que en los bajos. Fenómeno asociado a la respuesta social cultural del “qué dirán” y de la menor aceptación del embarazo en la adolescente por la sociedad de poder económico que por la más desvalida, donde el embarazo en estas circunstancias es más aceptado.
Socialmente se percibe a la adolescente embarazada como la imagen misma del quiebre de una norma de la sociedad. La interpretación sería que ningún pecador puede salvarse y que el castigo debe incluir el producto de la deshonra, el recién nacido que no pidió venir al mundo. No cabe la menor duda que esta forma de pensar es irracional e inhumana y falta de los principios más elementales.
5. ASPECTOS PSICOLÓGICOS
La primera y más importante tarea psicológica a la que las adolescentes en desamparo se enfrentan es la aceptación del embarazo. Se evade la responsabilidad de un ser, por lo que existen un bombardeo de ideas y pensamientos en relación al mismo. En la mayoría de los casos la respuesta que se obtiene durante todo el embarazo no hace más que causar daño a la adolescente como al bebé que está por nacer. Todos los pensamientos que surjan a partir de experiencias, comentarios, situaciones y momentos, recaerán totalmente sobre su hijo.
Los adolescentes con un embarazo no deseado generalmente crean pensamientos negativos, se rodean de eventos no favorecedores para su situación, como por ejemplo la búsqueda del aborto.
Estos modos de responder provienen de la falta de valores tanto emocionales, sociales como psicológicos.[30]
Los aspectos psicológicos asociados al embarazo en adolescentes se encuentran:
1. La baja autoestima
2. La inseguridad
3. El temor al rechazo
4. La baja aspiración en la vida
5. Déficit importante en el nivel de control de emociones.
6. La mala relación con los padres
7. La falta de creencias y compromisos religiosos.
La baja autoestima y el sentimiento de rechazo se asocian a una mayor probabilidad de embarazo no deseado en la adolescente.
La gran mayoría de adolescentes aprenden de la sexualidad, del conocimiento de otros adolescentes, transmitiéndose de esta manera conocimientos y creencias equivocadas.
Además se debe resaltar que una gran proporción de adolescentes no se embarazan de otro adolescente sino de un hombre adulto que puede duplicar o triplicar su edad.
La madre adolescente no encuentra más solución que encontrar nuevos compromisos en búsqueda de protección y apoyo, por lo que es usual encontrar a las adolescentes nuevamente embarazadas o con cambios múltiples de compañeros que sólo les brindan abandono, desprotección y dependencia.
En definitiva, la preocupación real en el caso del embarazo en adolescente no está centrada en la condición física y sus riesgos sino más bien en las crisis psicológicas y sociales que pueden llegar a producir depresión, intentos de suicidios, perdida de la autonomía y dificultad para relacionarse con otras personas, sentimientos de desamparo y de soledad e incapacidad para proyectarse al futuro.[31]


IV. PARTO
En esta etapa, que es la culminación después de 40 semanas de espera, aparecen elementos que destacan la personalidad de la mujer. Dijo Helen Deustsch: “Si el parto fuera un proceso esencialmente fisiológico, no habría variaciones individuales, pero el hecho de que se agrega el factor psicológico explica su variabilidad”.
Es frecuente el preparto doloroso, especialmente durante el fin de semana. La mujer quiere saber si contará con su médico en cualquier momento. Son las “intensas” contracciones, reales y regulares, que no modifican el cuello del útero y que desaparecen cuando el médico o la obstetra la examinan. La variabilidad individual y la paridad condicionan estos prepartos. La dilatación del cuello del útero y la contractilidad uterina son los indicadores de la evolución del parto. Es posible que las medicaciones llamadas “antiespasmódicas” no sean más que sedantes corticales que, al elevar el umbral, ayudan a una mejor evolución del parto.
Pero, ¿porqué no pensar que el temor a que su hijo la desgarre, a desprenderse de él y, al mismo tiempo, la perspectiva de compartido con los demás, sean factores influyentes? La disminución de las contracciones (oligosistolia) obliga a la estimulación mediante un goteo oxitocínico.
La ansiedad y el temor a la episiotomía surgen por falta de conocimiento y son vividas como una agresión por parte del médico a su aparato genital, a pesar de que con esta conducta la está protegiendo y evitando el desgarro que ella temía. El niño ha nacido al fin, está entero, completo, sano, y comienza la tercera etapa de nuestro enfoque: el puerperio.
1. PSICOPATOLOGIA DEL PARTO
El nacimiento de un hijo puede ser una de las experiencias más traumáticas. El sufrimiento ocasionado puede desencadenar actos de desesperación. Actualmente estos comportamientos son más extraños, pero pueden ocurrir cuando la técnica ginecológica está obsoleta o se niega el embarazo. Hay casos documentados de autocesarea, y también existen informes de suicidios, asimismo no se han descrito ataques de rabia que pueden poner en peligro la vida del feto y en algunos casos son un factor de neonaticidio.
Los estados confusionales son raros, pero están bien documentados. Suelen aparecer en situaciones en que la obstetricia no ha evolucionado científicamente o bien cuando no se utilizan anestésicos.
El neonaticidio es un riesgo en partos inesperados o clan­destinos.[32]
Pérdida del hijo
El hijo puede perderse por una gran variedad de razones:
§ Finalización del embarazo por deseo de la madre.
§ Aborto espontáneo, embarazo ectópico y finalización de un embarazo deseado por prescripción médica.
§ Muerte fetal in utero, nacimiento de feto muerto, muerte neonatal o muerte súbita.
§ Renuncia por adopción.

Finalización del embarazo
En general, se ha producido cierta relajación a nivel mun­dial sobre las leyes relacionadas con el aborto. Algunas de las indicaciones para abortar en todos sitios (aunque no todas le­gales) son:
§ Médicas: para preservar la vida y la salud de la madre.
§ Humanitarias: cuando un embarazo es el resultado de una violación o incesto.
§ Eugénicas: cuando existe riesgo de anomalías congénitas.
§ Psiquiátricas.
§ Sociales: porque el embarazo es inoportuno y perjudicial.
§ Por deseo expreso: en la creencia de que las mujeres deben ser libres para decidir sobre su maternidad.
V. PUERPERIO
Se utiliza en medicina el término puerperio para designar al período por el cual atraviesa una mujer que ha parido recientemente
Lo dividimos, de acuerdo con el criterio clásico, en inmediato y mediato. El primero comprende las 24 horas siguientes al parto; produce en la reciente madre un grado de dispersión de su personalidad, provocado por la situación de cambio y, en ocasiones, puede llevar algún tiempo volver a integrarlo.
· Una etapa larga y difícil: El puerperio
Una vez que se experimenta lo doloroso del parto la mujer lo único que pretende es descansar, relajarse y disfrutar del tiempo con su bebé; este tiempo, el que le sigue inmediatamente al parto se denomina puerperio. Aunque es verdad que el nacimiento de un niño es la etapa crucial del parto, el momento que viene luego de éste es tan o más importante, aquí se despliegan diversas emociones y se plantearán ciertos cuidados que la madre debe tener. El puerperio, como dijimos previamente, es el período posterior al nacimiento del bebé, éste dura entre 40 días o 6 semanas, por eso también se lo conoce como cuarentena. En el puerperio se generan varios cambios, de todo tipo, tanto fisiológicos, endocrinos y anatómicos, de todas formas las mamás no debe preocuparse debido a que los mismos desaparecerán poco a poco.
El nacimiento es una separación traumática y feliz para los dos. Pero lo traumático y feliz se da en forma complementaria. En el niño se da lo traumático. Está asustado, resentido por haber perdido su edén y tener que cambiarlo por algo que le resulta mucho más difícil de tolerar. Hace el esfuerzo constante de vivir separándose.
En la madre predomina el aspecto felicidad. El bebé vive centrado en su madre, de la que se ha separado traumáticamente en el momento del largo nacer, y es ella la depositaria de los mensajes que emite el niño a través del llanto, la defecación, etc.
Hay en la madre un estado que podríamos llamar de “ensoñación” (réverie, para Bion) que le permite recibir, los contiene, elabora y devuelve al bebé en forma de conductas que le posibiliten el aprendizaje.
A través del pecho, que es una parte del cuerpo de la madre que el bebé siente dentro de sí mismo, éste emite los mensajes sobre su propio estado. Pero el pecho no sólo brinda la leche, que sería el aspecto material de esta relación, sino también calor, afecto, comprensión, esperanzas, temores. Cuanto más logra la madre escuchar en su estado de “ensoñación” lo que pasa dentro de su hijo, más capaz será de devolverle en forma de mensajes las respuestas. En este diálogo sin palabras se da el vínculo que será la base de todo el futuro desarrollo emocional del niño.
Durante la segunda etapa, o etapa mediata, aparecen las tres depresiones fisiológicas del puerperio. La primera, entre el tercero y el quinto día, tiene una connotación orgánica (molesta la episiotomía, se moviliza el intestino, aparece la secreción láctea) y una base psicológica (hay que volver a casa, atender y entender a un niño que depende exclusivamente de ella). Salieron dos personas, una con el abdomen abultado, y ahora vuelven tres seres humanos. Ello explica el llanto o la angustia que puede aparecer en este momento del puerperio.
La segunda depresión, entre los 28 y 32 días después del parto, tiene también una connotación orgánico – emocional. Pero aquí se ve claramente su triángulo. La madre nota una disminución de su secreción láctea, que dura 4 o 5 días y que coincide con la primera ovulación. Un neonatólogo no avezado puede incluir en ese momento la lactancia artificial, que con una prudente espera podría haber evitado. Al mismo tiempo, los dos roles que la madre tiene que desempañar no están aún bien delimitados y provocan confusión en el objeto de su libido; por un lado está su hijo que depende exclusivamente de ella, y por el otro, el marido, que también la necesita como si fuera un hijo mayor, o como el hombre que la quiere. Por todo esto, es aconsejable volver a ver ala puérpera a los 30 días y ayudar en esta segunda depresión. El niño experimenta cólicos intestinales, como su presintiera que deberá compartir a su madre. El marido exige a la mujer algo que el médico aún no ha autorizado. Lo importante es que ella tome conciencia de que puede dividir su afecto entre dos personas, sin descuidar a ninguna.
La tercera depresión aparece al finalizar la lactancia, y en ella se establece la verdadera separación entre madre e hijo; al decir de María Hopkins, “la madre lleva a su hijo nueve meses en el vientre, un año en el seno y toda la vida en el corazón”. Esta depresión es la que suelen ver los psiquiatras y, como las anteriores, no es más que la elaboración de un duelo.


· Psicosis Puerperal
El término de psicosis puerperal apareció por primera vez en Fürstner en 1875. Comprendía el 14 % de los ingresos femeninos en clínicas psiquiátricas. En la actualidad la cifra oscila entre el 2 y el 3 %.
La gestación y el postparto representan dos etapas de importantes cambios en la mujer tanto a nivel biológico como psicosocial.Durante el embarazo los trastornos psicóticos son raros, más frecuente es que se presenten modificaciones caracteriológicas y síntomas neuróticos leves que forman parte de las conductas culturalmente aceptadas en la embarazada (antojos).
El parto, sin embargo, puede ser motivo de que ocurran situaciones vivenciales anómalas, sobre todo cuando en la vivencia del parto se impone el temor sobre el deseo de maternidad. El parto implica un enorme cambio endocrino en el organismo de la mujer: concluye bruscamente la producción de hormonas placentarias, desaparece completamente en pocas horas la acumulación de estrógenos y se esfuma en dos o tres días el pregnadiol de la orina.
A diferencia de otros momentos de la vida genital femenina que están ocupados en todo caso por alteraciones psíquicas leves como ligeras depresiones y psicosíndromes endocrinos, el puerperio se acompaña con frecuencia de grandes cuadros psicóticos. [33]
1. CONCEPTO
La psicosis puerperal dentro de la categoría del DSM-IV es un trastorno psicótico no especificado. Se observa en mujeres que acaban de tener un hijo y es un síndrome caracterizado por depresión, ideas delirantes y pensamientos de dañarse a sí misma y al niño en el periodo puerperal. Los límites del puerperio tienen, en psiquiatría, una amplitud algo mayor de lo implicado en el concepto biológico y ginecológico del puerperio, éste comprendería el plazo de seis meses a partir del parto.
Se considera como el trastorno postparto más grave, encontrando también la llamada depresión postparto y lo que Kumar describe como melancolía postparto.
Las mujeres que han presentado un episodio de psicosis postparto tienen un mayor riesgo de padecer un trastorno bipolar posterior, por lo que se piensa que este tipo de psicosis podría ser una subcategoría del trastorno bipolar.

1.1
2.1
3.1
2. EPIDEMIOLOGÍA
§ La incidencia es de 1-2 casos por cada 1000 nacimientos.
§ El 50-60 % de mujeres afectadas acaban de tener su primer hijo.
§ Si la madre es primeriza y presenta una historia familiar anterior de trastorno bipolar el riesgo de padecer psicosis postparto aumenta.
§ El 50 % de los casos implican partos asociados con complicaciones perinatales no psiquiátricas.
§ El 50 % de las mujeres afectadas tienen antecedentes familiares de trastornos afectivos.
§ La presencia de un trastorno bipolar en la paciente y episodios psicóticos postparto anteriores aumenta el riesgo de padecer psicosis postparto hasta en un 50 %.
§ Aunque es un trastorno eminentemente femenino, en ocasiones puede afectar también al padre, que se siente desplazado y compite con su hijo por el amor y atención de la madre.
3. ETIOLOGÍA
Algunas psicosis postparto pueden ser el resultado de alteraciones orgánicas o enfermedades médicas asociadas a sucesos perinatales como tiroiditis postparto u otro tipo de infecciones, síndrome de Sheehan, trastornos autoinmunes relacionados con el embarazo, infección relacionada con el VIH, estados de abstinencia, tumoración intracraneal, intoxicación por sustancias, como pueden ser la meperidina o la escopolamina, toxemia y pérdidas hemorrágicas; también podría deberse a causas hormonales: el descenso brusco tras el parto de las hormonas estrógenos y progesterona podría ser una causa, de modo que el parto sería un proceso estresante que, a través de un mecanismo hormonal produce el desarrollo de un episodio mayor de un trastorno del estado de ánimo. En cualquier caso el tratamiento con estrógenos y progesterona no ha sido efectivo.
Algunos investigadores sostienen que el motivo por el que se produce este trastorno es puramente psicosocial, debido a la preponderancia de madres primíparas y a la asociación entre las psicosis postparto y factores estresantes recientes. Los estudios psicodinámicos de las enfermedades mentales tras el parto también han sugerido la presencia de sentimientos de conflicto en la madre en relación a su experiencia con la maternidad. Algunas mujeres podrían desear no haber quedado embarazadas, otras pueden sentirse atrapadas en matrimonios infelices debido a su maternidad, etc. El desacuerdo marital durante el embarazo se ha asociado a una mayor incidencia de la enfermedad, aunque el desacuerdo puede estar relacionado con el lento desarrollo de síntomas afectivos en la madre.

4. DIAGNÓSTICO
El DSM-IV no contiene criterios diagnósticos específicos para este trastorno. El diagnóstico puede hacerse cuando la psicosis ocurre en estrecha relación temporal con el nacimiento del niño.
Los síntomas característicos son ideas delirantes, déficits cognoscitivos, alteraciones motoras, alteraciones del estado de ánimo y, de forma ocasional, alucinaciones.
5. CLÍNICA
Se ha discutido mucho acerca de sí esta patología tiene o no entidad clínica, ya que la misma sintomatología que pueda aparecer aquí, aparece también en otros cuadros, y de hecho, durante mucho tiempo se excluyó de los manuales diagnósticos. Sin embargo, en 1985, Campbell y Winokur expusieron tres motivos por los cuales, la alteración psicológica postparto debía constituir una categoría diagnóstica a parte.
· En primer lugar, la investigación de estos desórdenes se veía dificultada al no existir trabajos al respecto.
· Consideran precipitado asumir que sucesos los biológicos que rodean al parto no sean factores predisponentes de una enfermedad psicológica del puerperio.
· Mantener esta categoría diagnóstica ayuda a mejorar la comprensión de las alteraciones afectivas que se producen y reduce la variedad de estas.
A principios de los años 80 se llevaron a cabo estudios que situaron la psicosis postparto en el marco de alteraciones afectivas.
Pueden aparecer de forma intermitente los principales síntomas esquizofrénicos, lo cual sería suficiente para catalogar esta dolencia como alteración esquizo-afectiva. Brockington y cols sugirieron la presencia de perplejidad, confusión de origen no orgánico y aturdimiento como signo patognomónico de psicosis puerperal.
6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Este, debería establecerse entre las variables ya mencionadas de la enfermedad postnatal: melancolía, depresión y psicosis postparto. La dificultad estriba, al igual que en el resto de la psiquiatría en diferenciar una depresión psicótica de una que no lo sea, y la depresión endógena de la reactiva.
Aunque el cuadro psicótico suele aparecer en las 2 ó 3 semanas siguientes al parto, sigue siendo difícil catalogar casos individuales. Por este motivo, la validez de los criterios de clasificación debe ser contrastada con la etiología y origen de cada enfermedad concreta.
El contenido del material psicótico hace referencia al embarazo y la maternidad.
El DSM-IV también permite realizar el diagnóstico de trastorno psicótico breve y trastorno del estado de ánimo de inicio en el postparto.
Las especiales dificultades diagnósticas suscitadas por las psicosis puerperales se derivan de particularidades etiológicas y sintomatológicas: en tanto que en la etiología de las psicosis endógenas que aparecen en el puerperio cooperan muchas veces los factores somatógenos, en la etiología de las psicosis somatógenas interviene a menudo un factor disposicional. En la sintomatología suele haber elementos cruzados: en las psicosis endógenas abundan la obnubilación de la consciencia y en las psicosis somatógenas son muy frecuentes los elementos catatónicos.
Las psicosis sintomáticas más frecuentes tienen una etiología infecciosa (casi siempre una fiebre puerperal o una mastitis).
Las psicosis puerperales toxiinfecciosas no se distinguen en nada de las que sobrevienen en el transcurso de infecciones ajenas al puerperio. Su representación más frecuente corresponde al delirio agudo.
El diagnóstico etiológico resulta especialmente difícil en las psicosis puerperales endocrinas; la remisión de estas psicosis acontece cuando las menstruaciones aparecen, pero fácilmente pueden confundirse las metrorragias funcionales con menstruaciones, por ello resulta necesario recurrir a la biopsia de endometrio como base diagnóstica más segura. [34]
VI. MENOPAUSIA
1. CONCEPTOS GENERALES:
La menopausia, broche final del ciclo reproductivo femenino que se iniciara con la menarca, conduce, a partir de modificaciones hormonales al cese de la menstruación.
El climaterio, vertiente emocional de dichos cambios, es un eslabón que se articula en un complejo de mayor envergadura, de la sexualidad femenina de una mujer.
La detención de dicho reloj biológico suele conducir a una compleja encrucijada, en la que síntomas somáticos y psíquicos emergen entrelazados en la trama de las series complementarias.
Dice Freud (1914):
“Llamemos a la actividad por la cual un lugar del cuerpo envía a la vida anímica estímulos de excitación sexual, su Erogeneidad... A cada una de estas alteraciones de la erogeneidad en el interior de los órganos podría serle paralela una alteración de la investidura libidinal dentro del yo.”
Así es como los bio-procesos instalados por la menopausia incidirán en la reestructuración del cuerpo erógeno, que funciona desde las leyes de la fantasía, debiendo producirse la recactetización de la imagen corporal narcisista, acorde a las modificaciones somáticas planteadas.
El climaterio es una época de balance entre pasado -presente y logros- fracasos, con surgimiento de ciertos temores y miedos, en un proceso de reactivación de duelos y fantasías.[35]
2. SÍNTOMAS
Los síntomas que emergen, deberán ser evaluados en la estructura libidinal total de la mujer:
a. Labilidad emocional, llanto fácil:
Dice Freud (1926), quien se ocupó en distintos lugares de su obra acerca de la menopausia:
“Si la endeblez, relativa del yo es el factor decisivo para la génesis de la neurosis, también tiene que ser posible que una posterior enfermedad corporal produzca esta última, siempre que pueda provocar un debilitamiento de aquél.
Una perturbación corporal de esa índole puede afectar la vida pulsional dentro del ello y acrecentar la intensidad pulsional más allá del límite que el yo es capaz de enfrentar. El modelo normal de estos procesos, sería por ejemplo, la alteración producida en la mujer por las perturbaciones de la menstruación y por la menopausia.”
b. Angustia con concomitantes corporales:

Dice Freud, hablando de los factores que llevan a la neurosis de angustia:
“Tiene lugar durante el período climatérico de la mujer, un incremento de la producción de excitación somática tan considerable que la psique resulta relativamente insuficiente para dominarla...”
“La angustia es una función indispensable desde el punto de vista biológico, como reacción frente al estado de peligro.”
c. Síntomas de resurgimiento pregenital, por una regresión desde la fase genital de la libido.
Dice Freud (1913)
“Es un hecho consabido, y ha dado a los hombres mucho paño para pujas, que las mujeres, después de resignadas sus funciones genitales, a menudo alteran su carácter de curiosa manera. Se vuelven peleadoras, martirizadoras y querellonas, mezquinas y avaras, o sea, muestran típicos rasgos sádicos y anal-eróticos que no poseían antes, en la época de la femineidad.”
Comediógrafos y satíricos de todos los tiempos han dirigido sus invectivas contra la vieja bruja en que se ha convertido la dulce niña, la esposa amante, la madre tierna.”[36]
d. Síntomas depresivos:
Ante las rotas esperanzas de realizar sus ideales, los incumplidos proyectos ponen en marcha dentro de sí a un superyó exigente y acusador.
Los autoreproches así generados, le condicionan la aparición de sentimientos depresivos.
Dice Freud (1915):
“Comprendemos que esta inhibición y restricción del yo es la expresión de su entrega total al duelo, que no deja nada para otros propósitos e intereses.”
Los sentimientos de frustración interna, le generan ira, la que puede dirigirla contra sí misma o contra otras personas (esposo, hijos, etc.).
Se cierra el círculo depresivo por la gestación de nuevas frustraciones externas, creadas por su propia conducta, que se añaden a las primeras.
e. Exacerbación de rasgos patológicos de carácter, equivalentes depresivos, disminución de la función sintética del yo, son otros síntomas que deberán referirse:
1. Al momento puntual que atraviese
2. Darles un sentido en la trama de la historia.
f. Modificaciones de la libido que inciden en la vida genital.
g. Otras veces a través de desplazamientos metafóricos, la mujer, intenta expresar cómo se siente.
La mujer climatérica suele ofrecer en un nivel fenoménico, variedades de afectos que suelen quedar expresados como sentimientos de tristeza, desamparo, nostalgia, depresión, angustia o frustración, correspondientes a distintas comprensiones psicopatológicas.
En síntesis: la involución de la imagen narcisista traerá diversos síntomas psíquicos, si no logra una adecuada integración representacional.[37]
3. DUELOS EN LA MENOPAUSIA
La menopausia irrumpe desde la endogeneidad, debiendo el aparato psíquico realizar una tarea de integración representacional, a fin de obtener un nivel satisfactorio de adaptación.
Dice H. Deutsch:
“La mujer en el climaterio tiene que renunciar a todo aquello que ha recibido en la pubertad.”
La reactivación de duelos previos se superpondrá a otros duelos más actuales conectados con el reconocimiento de aquellas pérdidas, que en distintos órdenes deberán asumir: fertilidad, belleza, juventud, ideales y vínculos.
Fantasías edípicas y preedípicas se entraman a veces en cuadros más regresivos, incidiendo en el cuadro total.
En el artículo de Freud (1926) de Inhibición, Síntoma y Angustia, dice, después de mencionar diversos peligros capaces de precipitar una situación traumática, en ciertas épocas de la vida:
“Si el yo es requerido por una tarea psíquica particularmente gravosa, verbigracia un duelo, una enorme sofocación de afectos o la necesidad de sofrenar fantasías sexuales que afloran de continuo, se empobrece tanto en su energía disponible que se ve obligado a limitar su gasto de manera simultánea, en muchos sitios.”
Por ello es que los síntomas depresivos producidos, darían cuenta del doloroso camino del duelo que deberá transitar la mujer, para llegar a catectizar una nueva imagen de sí.[38]
VII. ESTERILIDAD E INFERTILIDAD
Se entiende por infertilidad la imposibilidad de una pareja de lograr un embarazo después de un año de vida sexual activa, sin uso de métodos anticonceptivos y/o la imposibilidad de lograr un embarazo de término dando a luz un niño vivo.
Impacto psicológico a nivel individual y de pareja
En los últimos años se han realizado diversos estudios para evaluar el impacto psicológico que tiene, tanto para la pareja como para cada uno de sus miembros, el diagnóstico de infertilidad.
· En primer lugar, una crisis vital, la cual se origina en múltiples factores y genera un gran desgaste emocional para la pareja, dada su ciclicidad. Se caracteriza porque una y otra vez se repite la vivencia de esperanza (al inicio del ciclo) y fracaso (cuando llega la menstruación).
· En segundo término, impactan el elevado costo económico del tratamiento, el sometimiento a procesos quirúrgicos con el dolor físico que conllevan, y la invasión a la privacidad sexual de la pareja.
Se ha evaluado a parejas después de haber fracasado en el tratamiento de fertilidad, encontrándose que en el 50% de éstas aparece alguna alteración psicológica importante.
Los fenómenos emocionales detectados son muy variados e incluyen los siguientes:
a. La pareja se siente incompleta sin la presencia de un hijo, lo cual le impide disfrutar su relación matrimonial.
b. Disminuye o desaparece el placer en la relación sexual, ya que se asocia este vínculo sólo con propósitos reproductivos.
c. No se puede hablar del problema que los aqueja, éste pasa a constituir un tema tabú.
d. Se descubre que los miembros de la pareja no vivieron el deseo de paternidad con la misma intensidad, encontrándose que uno de ellos había realizado el tratamiento para satisfacer a su pareja.
e. Se instaura un conflicto de poder entre los miembros de la pareja, los cuales constantemente se reprochan uno al otro la falta de disposición en la tarea de lograr tener un hijo.
f. Se trataba de parejas con una relación muy simbiótica y dependientes
En estudios que han evaluado las alteraciones emocionales de las parejas que consultan por infertilidad se ha encontrado los siguientes sentimientos:
· Inadecuación.
· Desesperación.
· Pena
· Envidia
· Celos hacia la mujer embarazada.
· Miedo,
· Pérdida de la libido,
· Impotencia.
· inestabilidad emocional.
· Pérdida de la autoestima.
· Culpa.
· Depresión.
· Ideación suicida.
Los autores revisan la literatura reciente sobre el tema y subrayan la necesidad de la participación activa de los profesionales de la salud mental junto a los equipos de medicina reproductiva.[39]
1. RELACIÓN CON EL EQUIPO MÉDICO TRATANTE
Al evaluar la necesidad de las parejas de recibir orientación por parte de los equipos de salud mental, se observa una gran desproporción entre éstas y el grado real de incorporación de este tipo de profesionales a los programas de tratamiento de la infertilidad.
Se tiene en cuenta los aspectos más destacados por los pacientes, susceptibles de ser mejorados, son: la cantidad de información y explicación recibidas, la actitud del médico, el apoyo en los aspectos emocionales de la infertilidad y la incorporación de la pareja masculina en el estudio y tratamiento
2. CARACTERÍSTICAS DEL DUELO DE LA INFERTILIDAD
Syme, en 1997, describió la infertilidad, desde el punto de vista emocional y psicológico, como una pérdida. Esta pérdida se vive en diferentes fases: la primera, cuando el embarazo no ocurre cuando se suponía; enseguida, cuando se suceden los ciclos de tratamiento y éstos no resultan exitosos, y por último, cuando un eventual embarazo culmina en un aborto.
La elaboración del duelo se hace más difícil en los dos primeros casos, en los que la pérdida es invisible. Se trata de la pérdida de un hijo que nunca se ha concebido, ni se conoce ni se ha visto, nunca se albergó en el útero y nunca nació.
Lo anterior acontece en una sociedad donde las expectativas de fertilidad son altas; sólo un pequeño grupo de personas escoge no tener hijos. Es muy común que en una conversación se pregunte acerca de los hijos, asumiendo que todos son padres. Con frecuencia este estigma social va asociado a mitos relativos a otras imperfecciones, como si no tener hijos se debiera a una decisión movida por el egoísmo o el materialismo.
Las parejas infértiles sienten disminuida la sensación de control sobre sus vidas. El poder hacer lo que ellos quieren, el ser padres, les está vedado. Las mujeres a menudo sienten incompleta su feminidad.
A continuación se detallan las etapas por las que atraviesan las parejas infértiles, según fueron descritas por Syme. Por cierto, ellas son vividas en forma diferente por cada persona, pero son importantes de considerar en la planificación terapéutica. [40]
1. Paralización: se caracteriza por estar "como zombi" o "en un túnel", muy distante de los demás. Se es invadido(a) por el pensamiento repetido de que lo sucedido no puede ser verdad, de que alguien puede haber cometido un error. Puede haber manifestaciones físicas, como pérdida del apetito o dificultad para concentrarse.
2. Anhelo: etapa cuyo elemento central es la gran necesidad de concretar el deseo de ser padres, un deseo que, al no poder ser satisfecho, se anhela fervientemente. Esto es reforzado por la constante exposición a artículos que ofrece el comercio: ropa de bebés, coches, juguetes, etc. Además, la pareja constata que sus amigos sí tienen hijos y que muchas de sus actividades giran en torno a ellos. Las parejas infértiles se sienten naturalmente excluidas; sienten que ellas son las únicas infértiles. Se percibe la estigmatización social, experimentan rabia, celos. Se ha visto que en esta etapa es importante la explicación médica de la infertilidad, aunque suele no ser suficiente para calmar a la pareja, ya que la rabia antes señalada es intensa, acompañándose a menudo de pena y culpa. Habitualmente, es en este período cuando se necesita empezar con un fuerte apoyo por parte del equipo de salud mental.
3. Desorganización y desesperación: es la etapa más larga, caracterizada predominantemente por la sensación de culpa. En algunos casos, la persona piensa que la infertilidad podría deberse a una vida sexual algo promiscua cuando joven, sintiendo frecuentemente que es un castigo. Se experimenta una sensación de falta de control, se presentan mucha ansiedad y sentimientos de soledad; muchas veces las parejas se alejan de sus amistades, lo cual es exacerbado por la estigmatización ya mencionada. Es frecuente que las personas cercanas, familiares y amigos, eviten el contacto porque les cuesta enfrentar la disconformidad y el dolor de la pareja infértil. Se sufre de pena, desesperanza; la pareja tiene la sensación de que nada ni nadie los puede ayudar; es muy frecuente la depresión. Durante este período es importante reforzar otros aspectos de la vida, como por ejemplo los laborales y los recreativos. Resulta fundamental ayudar a la pareja a trazarse nuevos objetivos, fortalecer la red social, etc. La vivencia de aflicción está ligada a la historia y los recursos personales. Cuando los recursos internos son insuficientes el sujeto sufre más y tiene mayores dificul tades para aceptar su situación. Mientras más adolescente emocionalmente, más vulnerable.
4. Reorganización: tiene que ver con la aceptación y reorganización de la vida personal. Toma un período de años (dos a cinco) o bien no se da nunca. Hay personas que sienten tal daño emocional que piensan que no pueden ser ayudadas y jamás algo o alguien podrán aliviar su padecer.[41]
3. FASES DEL DUELO EN LA INFERTILIDAD
Los sentimientos predominantes de cada una de las etapas antes descritas se resumen en la siguiente tabla.
FASES
SENTIMIENTOS PREDOMINANTES
Paralización
Schok
Incredulidad
Cuestionamiento
Anhelo
Reminiscencia
Miedo
Culpa
Desorganización y desesperación
Ansiedad, miedo
Soledad, aislamiento
Desesperanza
Impotencia
Desesperación
Depresión
Reorganización
Aceptación
Alivio
4. ALTERACIONES EN LA SEXUALIDAD
Los problemas reproductivos juegan muchas veces un papel importante en el desencadenamiento de disfunciones sexuales (60%). Los métodos diagnósticos y el tratamiento médico de la infertilidad tienen un impacto negativo en los pilares fundamentales de la sexualidad: espontaneidad y privacidad.
La obligación de tener relaciones sexuales programadas, el efecto de ciertos medicamentos, el estrés, las alteraciones emocionales antes mencionadas y los momentos de tensión en la pareja, son causas frecuentes de disfunciones sexuales.
En un estudio que comparó mujeres infértiles con las de un grupo control se encontraron diferencias significativas de mayor insatisfacción sexual en las mujeres infértiles. Un 18% de ellas atribuía su problema sexual a la infertilidad, mientras que un 37% lo adjudicaba a la pérdida de la espontaneidad en la vida sexual.
Las alteraciones sexuales que aparecen se pueden dividir en:
a) Disfunción del deseo, la cual se traduce especialmente en una disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales.
b) Disfunción de la fase de excitación, expresada especialmente en disfunciones en la erección, eyaculación precoz, falta de lubricación vaginal y/o evitación de las relaciones sexuales.
5. ABORDAJE TERAPÉUTICO
En relación a la intervención terapéutica, se ha demostrado que son muy efectivos los abordajes dirigidos a aumentar las habilidades de enfrentamiento del problema. Frecuentemente ocurre que los pacientes que presentan reacciones evitativas desarrollan cuadros depresivos. La práctica clínica muestra que, en la medida que los sentimientos en relación a la infertilidad son verbalizados, disminuyen los niveles de angustia tanto en hombres como en mujeres.
Estos hallazgos sugieren que en el enfrentamiento terapéutico es muy útil la utilización de intervenciones de tipo cognitivo-conductual, basadas en el entendido que los problemas emocionales y situacionales a menudo son el producto de una falla en la cognición o percepción de la situación, la que puede ser resuelta desarrollando habilidades, re-aprendiendo, re-armando y modificando las suposiciones negativas que tiene la persona acerca de sí misma. Ventajas de esta modalidad terapéutica son la brevedad de los tratamientos y el que se asocie a la adquisición de otras habilidades: relajación, manejo de ansiedad, asertividad, habilidades sociales[42]
VIII. ABORTO
1. ABORTO: DEFINICIÓN
La palabra aborto, es un término latino (abortus) de y deriva de la composición de un prefijo y una raíz: Ab: privación y ortus: nacimiento; su traducción sería: sin nacimiento; pero podemos decir que el aborto es la muerte de un niño o una niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la etapa que va desde la fecundación hasta el momento previo del nacimiento. Los defensores del aborto lo definen de una forma en la que tratan de cubrir su naturaleza criminal mediante una terminología confusa, ocultando el asesinato con jerga como “interrupción voluntaria del embarazo” o “derecho a la salud reproductiva” o bajo conceptos como “derecho a decidir”. Pero ninguno de estos términos puede ocultar que el aborto es la muerte de un niño sin nacer.
Según el diccionario Salvat, Abortar (del lat. Arbortare) significa "parir antes de tiempo en que el feto pueda vivir fuera de la madre". De acuerdo con la época que se efectúa al aborto, que pueda ser espontáneo o provocado artificialmente, se denomina ovular, el aborto, embrionario, o fetal, según ocurra en el primer mes, del primero al tercer mes, o después de los tres meses respectivamente, en este último caso se produce un mecanismo similar a un parto.
¿Por qué se llega a un aborto?
§ Un informe realizado por la organización mundial de la salud describe las características de las mujeres que llegan a un aborto.
§ ES más frecuente entre los habitantes de las ciudades que entre la población rural. Esto puede ser reflejo de una mayor concentración de servicios, en las ciudades, tanto legales, como ilegales, y de la mayor libertad para dar ese paso por un relativo anonimato en las grandes concentraciones urbanas.
§ El 18% de los abortos ocurren en mujeres solteras. Este fenómeno es cada vez más frecuente en donde los códigos morales tradicionales dan paso a una mayor libertad sexual.
§ Hay una fuerte correlación entre la interrupción del embarazo y la educación. El aborto es más frecuente entre solteras que han realizado estudios secundarios que entre quienes carecen de instrucción.
§ Las mujeres casadas recurren al aborto, especialmente, para limitar el aumento de la familia. Con frecuencia estas mujeres proceden de familias pobres, con escasa tradición en materia de planificación de la familia y de anticoncepción.

Otros factores considerados por la mujer para solicitar el aborto son:
§ Caos social,
§ El incesto,
§ El abuso sexual, la inmadurez,
§ El abandono,
§ La violencia doméstica,
§ La falta de anticoncepción o la falla de los métodos anticonceptivos.[43]
Consecuencias de un aborto inducido
Las consecuencias después de un aborto son muy variadas, dependiendo del tiempo del embarazo. Se presentan tanto en el aspecto físico, como en el aspecto psicológico.
Entre los aspectos físicos inmediatos que se pueden sufrir después de un aborto inducido, están las infecciones, que se dan por falta de higiene en muchos de los lugares donde se practican. Además se pueden presentar sangrados, fiebre, dolor en el área del abdomen, problemas gastrointestinales, vómitos y depresión. Muchas veces algunos de estos síntomas desaparecen después de algún tiempo. Por ser una práctica clandestina, suele haber consecuencias a largo plazo. Un aborto mal practicado puede provocar daños como perforaciones del útero, con peritonitis, hasta llegar la muerte. También hay complicaciones en que haya problemas en embarazos futuros.
En el caso de los abortos por medio de inyecciones, muchas veces puede provocar malformaciones en próximos embarazos, y a veces, la sustancia puede provocar intoxicaciones, el estado de coma, y en ocasiones la muerte.
Con las píldoras abortivas se han reportado efectos secundarios que van desde nauseas hasta sangrados prolongados, y sus consecuencias a largo plazo aún no han sido establecidas.[44]
Daño psicológico
Estudios hechos en todo el mundo han demostrado que después de un aborto las mujeres padecen desórdenes nerviosos como dificultades para dormir, muchas se arrepienten de su decisión y por eso son más propensas a pedir ayuda al psiquiatra o psicólogo.
Después de que una mujer aborta es muy común que inconscientemente trate de negarse a si misma que el aborto existió. Este momento es muy difícil, por que los sentimientos reprimidos por lo general causan enfermedades físicas y cambios de conducta en su vida diaria. A esta etapa se le llama síndrome posaborto; algunos de sus síntomas pueden ser.
§ Un estado de alerta permanente en el que hay respuestas exageradas hacia situaciones normales, ataques de ansiedad, irritabilidad, comportamiento agresivo y dificultad para concentrarse y dormir.
§ Puede haber recuerdos constantes y pensamientos acerca del hecho, pesadillas o reacciones el día del aniversario de del aborto, además de culpa intensa y depresión que se repite cada mes o cada año.
§ El tercer tipo de reacción puede ser que la mujer corta todo tipo de relación que le recuerde el hecho, especialmente con personas que tuvieron que ver con la decisión, evitan a toda costa los bebes, intentan olvidar y negar pensamientos o sentimientos que tengan que ver con el aborto. Como es muy difícil luchar contra todos estos sentimientos muchas veces las mujeres recurren al alcohol o las drogas y tienen pensamientos o hasta actos suicidas.
Un efecto a largo plazo es que después del aborto, muchas parejas tienen problemas que pueden terminar en divorcio. Además muchas mujeres que abortaron tienen dificultades para volver a enamorarse de algún hombre, esto puede ser porque el sentimiento de culpa por el aborto causa una baja autoestima, rechazo hacia los hombres, disfunción sexual y niveles elevados de depresión y ansiedad.
Los hombres también sufren, sobre todo si están muy vinculados con la relación. Sufren por lo que hicieron y por eso es importante que también pidan ayuda psicológica. En otros casos en los que el hombre no está tan involucrado con su pareja los efectos del aborto pueden ser a largo plazo, cuando tienen una nueva pareja e hijos, ya que en ese momento recuerdan lo que hicieron tiempo atrás.
Aspectos psicológicos del aborto inducido
La decisión de abortar no depende del acceso que exista legalmente en el país. La mujer que en el fondo no quiere abortar, cuando se le permite recapacitar con tranquilidad, generalmente toma la decisión de tener al hijo y se responsabiliza tanto de su maternidad como del futuro del niño. En cambio, si no se le da la oportunidad de pensar con tranquilidad puede ser que se precipite a un aborto del cual se arrepienta. Por otro lado la mujer que desea profundamente abortar, hará todo lo que está en sus manos para inducirse un aborto, incluso poniendo en riesgo su vida. [45]
Se han realizado varios estudios para entender en profundidad el proceso que las mujeres viven cuando tienen que decidir sobre un embarazo no deseado. La reacción inicial es, generalmente, de ira y angustia, después, la mujer entra en un proceso de decisión entre su bienestar personal y el bienestar del feto. Hay varias preguntas importantes que se hacen las mujeres en este proceso[46]:

Preguntas que giran en torno al bienestar
El bienestar del bebé
El bienestar de la madre
¿Debo tener el bebé porque este tiene derecho a nacer?
¿Cuánto daño físico a corto o largo plazo puede causarme el continuar con este embarazo?
¿Debo abortar porque el niño tiene derecho a nacer en una familia estable donde pueda tener lo que necesita para ser feliz?
¿cuántas dificultades emocionales a corto o largo plazo puede causarme el tener un hijo en este momento de mi vida'
¿Debo abortar porque el bebé tiene un defecto tan grande que no podrá desarrollarse normalmente y esto le causará muchas dificultades e infelicidad?
¿Cuánto daño puede causar este embarazo al proceso familiar existente?
Si tengo el bebé, ¿tengo la obligación moral de cuidarlo o debería darlo en adopción?
¿Cuánta dificultad puede causar el nacimiento de este niño en la continuación de mi desarrollo como persona-trabajo, estudios, metas individuales?
¿Podrá este bebé ser feliz si yo no estoy dispuesta a cuidarlo y criarlo?

Si yo no estoy dispuesta a cuidarlo y criarlo, ¿habrá otros que puedan hacerlo y lo hagan bien'

¿Es justo que de la responsabilidad de criar un hijo mío a otra persona?

¿Preferiría una persona nacer sin haber sido deseada o preferiría no haber venido al mundo?

Desde el punto de vista psicológico, para las madres que abortan bajo presión y sin suficiente consideración de lo que significa el aborto y las madres que abortan en condiciones diametralmente diversas a estas. El primer caso tiene fuertes dificultades emocionales y tienden, por lo general, a arrepentirse de su decisión. Con respecto al bienestar de los niños, hay estudios que demuestran que los niños de madres que quisieron abortar, pero fueron negadas a este servicio, tienen más problemas emocionales que los niños cuyas madres no buscaron el aborto.[47]
Desafortunadamente, las consecuencias negativas en los niños cuyas madres quisieron abortar y no pudieron hacerlo por causas externas a su voluntad, se evidencia aún en la edad adulta.
Madurez. Con frecuencia las mujeres reportan que la experiencia del aborto ha significado un cambio en sus vidas, que han pasado de la pasividad a la responsabilidad activa, y que ahora planean y conducen su destino. Reconocen que esta dolorosa decisión les ha enseñado a tomar con seriedad su futuro, sus deberes y obligaciones y que se sienten más responsables de sus actuaciones, decisiones y de la manera de afrontar las situaciones difíciles.
Alivio. A pesar de los sentimientos de remordimiento, de la decepción y las recriminaciones, algunas mujeres sienten que pueden reenfocar su vida y continuar adelante.[48]
2. EL ABORTO EN LAS ADOLESCENTES
El aborto para la mujer suele ser la base profunda de una depresión que puede aparecer en la adultez frente a cualquier situación de pérdida.
Este tipo de depresión es muy difícil de sobrellevar porque generalmente son experiencias que no permanecen en la conciencia y quedan latentes en el inconsciente como un duelo no elaborado que se vuelve a recrear antes cualquier situación de abandono o fallecimiento cercano.
Además, una mujer que se somete a un aborto se arriesga a sufrir infecciones graves y hasta puede quedar estéril por lesiones irreversibles.
Los jóvenes creen que un embrión no es una persona, sin embargo desde la concepción una nueva vida siente y cualquier pensamiento de rechazo que reciba comprometerá su desarrollo y su futuro; y si no le permiten nacer quedará para siempre en las conciencias de sus progenitores.[49]
Factores de la toma de decisiones de la adolescente:
- Proyecto de vida: es interesante conocer los diferentes proyectos de vida ya que de esta forma se identifican algunas razones de las adolescentes de abortar o de parir.
- Convivencia de pareja: generalmente si vive con la pareja la muchacha se sentirá apoyada en la decisión que tomó.
- Opinión de la pareja: el apoyo o rechazo de la pareja al descubrir el embarazo influencia grandemente las decisiones de las adolescentes.
- Influencia de personas en la toma de decisiones: en esos momentos, familiares, amigos, y otras personas pueden influenciar de cierta forma en la toma de decisiones.
- Religión: aunque la mayoría de adolescentes practican alguna religión esto no influencia la decisión al momento de un embarazo no deseado.[50]

¿Cuál es el pensamiento de la Iglesia Católica sobre el aborto?
Unánimemente, a lo largo de toda la historia, los Padres de la Iglesia, sus Pastores y sus Doctores, han condenado el aborto al que calificaron de homicidio.
Como explica la Congregación para la Doctrina de la Fe en el ya citado libro "El Aborto Provocado": "La tradición de la Iglesia ha sostenido siempre que la vida humana debe ser protegida y favorecida desde su comienzo, como en las diversas etapas de su desarrollo", oponiéndose de esa forma "a las costumbres del mundo greco-romano".
En América Latina la práctica del aborto está regulada jurídicamente por el sistema de las indicaciones. Este señala que el aborto es punitivo, salvo que sea autorizado por la concurrencia de determinadas indicaciones. Estas indicaciones son terapéuticas o médicas por riesgo para la vida de la mujer (en Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Haití, jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela); eugenésicas, por enfermedad fetal grave o incurable (en Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay); éticas o criminológicas, por violación sexual (en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, México, Uruguay); económicas o sociales, por precaria situación familiar (en Uruguay).
En el Perú se produce aproximadamente un millón de embarazos al año, de los cuales un tercio termina en aborto clandestino; De los 630 mil nacimientos que ocurren, se considera que la mitad es resultado de un embarazo no deseado.[51]
IX. ANTICONCEPCIÓN
La actitud de una pareja frente a la concepción y a los hijos va a depender de factores socioculturales, que irán forjando un determinado modelo de comportamiento sexual y de estructura de familia, y de factores psicológicos que son propios de cada pareja. Estos factores, íntimamente ligados entre sí, determinarán la decisión de usar o no un método anticonceptivo (MAC). La mujer que solicita anticoncepción (AC) está manifestando su voluntad consciente de no embarazarse, pero en ella pueden existir actitudes tanto conscientes como inconscientes de aceptación o rechazo de la anticoncepción, que van a estar condicionadas por posiciones previas que pueda tener frente a ciertos hechos transcendentes como: a) la psicosexualidad; b) el embarazo y el parto; c) las tendencias materiales, y d) la anticoncepción en sí misma.
Planificación Familiar y la iglesia
La Iglesia católica prohíbe el uso de los anticonceptivos y la esterilización voluntaria. Para limitar los nacimientos, sólo admite la abstinencia periódica (planificación familiar natural), la abstinencia total y el amamantamiento (que suprime la ovulación). De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia:
La continencia periódica .es decir, los métodos de la regulación de los nacimientos basados en la auto observación y en el uso de los periodos infecundos son acordes a un criterio objetivo de moralidad. En contraste, "cada acción que haga imposible el embarazo, sea como anticipación del acto conyugal o en su realización; sea en el desarrollo de las consecuencias naturales de ese acto o en el intento de llevarlo a cabo; sea como un fin o un medio" es intrínsecamente mala.
Este principio excluye el empleo del condón para prevenir el contagio de enfermedades sexualmente transmisibles, la práctica del retiro para impedir el embarazo y la esterilización como medio anticonceptivo, así como todo método anticonceptivo temporal moderno.
Mientras que la ratificación de esta posición en la Humanae Vitae en 1968 condujo a los creyentes católicos a disentir de manera abierta, buena parte de ellos recurren calladamente a la anticoncepción si tienen oportunidad de usarla una vez que han tenido descendencia. Lo que ha cambiado desde esa encíclica es que cada vez más católicas y católicos han tenido acceso a los anticonceptivos y aprueban, en un número cada vez mayor, esos métodos. [52]
X. BIBLIOGRAFIA
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[1] Psiquiatria, 2da edición Renato Alarcón y otros. Manual Moderno. Paginas 819- 826
[2] Garma, A. (2006). ALGUNAS Aportaciones a La Psicología De La Menstruación: Marie Langer. Revista de Psicoanálisis, Argentina, II, 1944, pp. 211-232 .. Psychoanal Q., 14:415

[3] Benedek, Therese. (1949). The psychosomatic implications of the primary unit: mother-child. American Journal of Orthopsychiatry , 19 , 642-654. Las consecuencias psicosomáticas de la unidad principal: madre-hijo. American Journal of Orthopsychiatry, 19, 642-654. (psicoanalista húngaro – Budapest 1892 -1977)
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[9] http://www.paraqueestesbien.com.mx:8080/notas/tips_199.htm

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[14] “Trastornos en la menstruación y su relación con la depresión en el embarazo”: una revisión teórica / Callico Cantalejo, Gloria / Et Al. 35-44

[15] www.saludalia.com/docs/Salud/web_saludalia/tu_salud/doc/mujer/doc/doc_sindrome_premenstrual.htm
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[19] ibidem
[20] GELDER Michael y otros. TRATADO DE PSIQUIATRIA. Tomo II. Editorial Ars Medica. Paginas 1428 -1438
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[22] GELDER Michael y otros. TRATADO DE PSIQUIATRIA Tomo II. Editorial Ars Médica. Paginas 1428 -1438.
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[27] Perú Encuesta Demográfica y de salud familiar. ENDES CONTINUA 2004-2006. INEI -PIURA
[28] Centro de asistencia para adolescentes embarazadas
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[29] Embarazo en adolescentes. Psicóloga, Sandra Rivera Alvarado.
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[30] Centro de asistencia para adolescentes embarazadas
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[31] Embarazo en adolescentes. Psicóloga, Sandra Rivera Alvarado.
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33ALARCÓN Renato, y otros. PSIQUIATRIA. 2da edición. Manual Moderno. Paginas 819- 826

[33] http://www.abcpedia.com/embarazo/puerperio.html
[34] http://www.taringa.net/posts/info/1217158/Psicosis-Puerperal___Lo-Que-Hay-Que-Conocer.html
[35] www.bioeticaclinica.com.ar/bioetica_publicaciones/publicaciones_archivos/TEMA_MENOPAUSIA_Mujer_Tabu.doc
[36] Ibidem
[37] Ibidem
[38] Ibidem
[39] http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272000000200004&script=sci_arttext
[40] Ibidem
[41] Ibidem
[42] Ibidem
[43] http://www.monografias.com/trabajos52/concepto-aborto/concepto-aborto.shtml
[44] http://www.lineacapital.com.ar/?noticia=34015
[45] http://www.hoy.com.ec/libro6/aborto/aborto07.htm
[46] http://www.hoy.com.ec/libro6/aborto/aborto06.htm
[47] Ibidem
[48] http://www.psiquiatriabiologica.org.co/avances/vol5/articulos/articulo8.pdf
[49] http://psicologia.laguia2000.com/la-adolescencia/la-adolescencia-y-el-aborto
[50] http://www.minsa.gob.ni/bns/tesis_sp/69.pdf
[51] http://www.spog.org.pe/articulos.php?articulo=48
[52] http://www.spog.org.pe/articulos.php?articulo=48

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